lunes, 30 de mayo de 2011

Un viaje a París

TRABAJO TRIMESTRAL DE LENGUA


TEATRO


PERSONAJES:
PRESENTADORA TV
ANCIANA: ROSA MARIA SALVADORA.
LORO: LUÍS
VECINA: PETRONILA.
TAXISTA
EMPLEADA TOUR OPERADOR
AZAFATA 1
MARI
VIGILANTE: PILOT.



ESCENA PRIMERA


(Se abre el telón y aparece Rosa Salvadora en su casa .Está sentada en un antiguo balancín y con el movimiento se está quedando dormida. En una esquina del salón está la jaula de su loro Luis. En la tele están poniendo un programa de concursos y se sortea un viaje para dos personas gratis).


PRESENTADORA: Buenas tardes señoras y señores. Una tarde más nos encontramos en directo desde este programa para hacer que su vida sea agradable. Hoy tenemos una gran sorpresa para la persona que nos haya mandado un mensaje al 6655.
Hoy vamos a regalar un viaje a París, oo lala, la ciudad del amour. Estén muy atentos porque en breves momentos marcaremos un número de teléfono y la persona que nos conteste debe de indicarnos una clave. Si ésta es correcta, habrá ganado un fantástico viaje a París para dos personas con todos los gastos pagados.

LORO: (gritando). Rosita, Rosita, despierta que te están llamando.

ROSA: ¿Qué, qué, quién, quién me llama?

LORO: el concurso de la tele Rosita, despierta, que a lo mejor te toca.

ROSA: ¡ qué bien, voy a llamar al teléfono que aparece en pantalla ¡

LORO: (gritando). ¡Que no Rosita , que no, que no tienes que llamar, que ellos te llamarán a ti ¡. Cuelga el teléfono ahora mismo, petarda, petaaaarda.

(En ese momento comienza a sonar el teléfono en casa de Rosita. Con las prisas, Rosa Salvadora se cae del balancín y se hace daño en la pierna. El loro no para de reír y la presentadora está agotando el número de tonos.)

PRESENTADORA: estamos llamando a Valencia, el nombre de la persona a la que llamamos empieza por “R” y ya llevamos cinco tonos (de fondo se oyen los tonos de llamada).
Si al séptimo tono no coge el teléfono, llamaremos a otro número. Les recordamos que al contestar deben indicarnos la clave que anteriormente les hemos facilitado. Si no lo hacen no podrán ganar este fantástico viaje a París.

(Rosa Salvadora llega de rodillas y coge el teléfono cuando está sonando el último tono)

PRESENTADORA: ¿a quién le aprietan los zapatos cuando va a la feria?

ROSA: a, a, a ….

LORO: (bajito) a la Duquesa de Alba.

PRESENTADORA: tiene dos segundos para contestar correctamente. Si no lo hace…

ROSA: (gritando). A la Duquesa de Alba.

(Se hace un silencio en el plató que dura varios segundos).

PRESENTADORA: (con gran alegría en la voz) la respuesta es correcta. Acaba de ganar un viaje a París con todos los gastos pagados.
Pero ¿con quién estamos hablando? Hola, buenas tardes ¿cómo se llama usted?

ROSA: ejem, me llamo Rosa Salvadora Villegas Morales. Vivo en Valencia, en la calle Jazmín y tengo un loro que me ha dicho…




PRESENTADORA: bueno, bueno, está bien, no es necesario que nos dé más datos. Espero que esté contenta con el viaje que le ha tocado y que su nombre le salve la ilusión porque ha ganado un viaje a París para dos personas. ¿Quién la va a acompañar, su esposo?

ROSA: ¡ay, hija mía¡ Ya me gustaría a mí que mi Cipriano me acompañara a París, pero el “probetico” se me murió hace ya diez años, cuando empezó a dolerle la próstata y …

PRESENTADORA: bueno, bueno está bien, Rosa Salvadora. Seguro que encuentra a alguien para que la acompañe. Enhorabuena y que usted lo pase bien.
Y ya despedimos nuestro programa hasta la próxima semana en que sortearemos un hámster para que ustedes estén bien acompañados.

ROSA: ¡ay qué alegría! Muchas gracias a todos ustedes. No se pueden hacer una idea de lo contenta que estoy y de lo feliz que ustedes me hacen y… ( bla, bla ,bla)

(La presentadora ha colgado el teléfono y se oye un piiiiii de fondo).




SE CIERRA EL TELÓN.

















ESCENA SEGUNDA


(Se abre el telón y se ve a Rosa Salvadora que cuelga el teléfono y se asoma a la ventana del patio de vecinos llamando despavoridamente a su vecina Petronila)

ROSA: Petronilaaaaaaaaa.

PETRA: ¿qué quieres hija de mi “arma”?

ROSA: Petronila, que me ha tocado un viaje a París para dos personas y que como tú eres mi mejor amiga y mi mejor vecina y mi mejor todo, todo, todo, “ pos” que he pensado que te podías venir conmigo y,…

PETRA: ¡Ay Rosa Salvadora! Pero que me estás contando. Un viaje a París. Y para dos personas. Y me has elegido a mí. Claro que voy contigo, sin dudarlo ni un momento. Y dime corazón ¿cuándo salimos?

ROSA: salimos mañana por la mañana a las siete en punto, así es que ve preparando la maleta que yo voy a llamar a un taxi para que nos recoja aquí mismo, en la puerta.

(Las dos se meten en su casa y van preparando las maletas. Al cabo de unos minutos aparecen otra vez en el patio de luces)

PETRA: Rosita, que ya tengo preparada la maleta. ¿Tú has terminado ya?

ROSA: si, ya la tengo preparada. Me voy a dormir que mañana será un gran día. Y tú Petra, acuéstate pronto que te conozco, que te enganchas ahora con el programa de la Esteban y mañana te quedas dormida.

PETRA: que no Rosita, que no. Que ahora mismo me meto en la cama. Lo que tarde en quitarme los dientes y meterlos en agua. Hasta mañana.




SE CIERRA EL TELÓN.




ESCENA TERCERA


(En el escenario se ven dos camas y a las dos abuelitas durmiendo con camisones y los rulos puestos en la cabeza. Petra es la primera en despertar y se va colocando los dientes. Se viste, se peina y cogiendo la maleta se dirige a la puerta de su vecina que está roncando en su cama. Petra toca a la puerta con fuerza)

PETRA: .Rosa, Rosita, vamos ya que son las siete y el taxi estará a puntito de llegar.

(Rosa Salvadora sigue roncando en la cama. Ante los golpes, el loro se despierta y empieza a gritar)

LORO: Rosa, Rositaaaa, levántate ya mujer, que la Petra nos echa la puerta abajo. Rosa, Rositaaaaa.

ROSA: (medio dormida pega un salto de la cama) Ya voy, ya voy. Petra, no te preocupes que ya estoy lista. Y tú (dirigiéndose al loro) o te callas o te dejo una semana sin comida.

(Se ve a Rosa arreglándose precipitadamente y a Petra esperando en la puerta con cara de fastidio y dando golpecitos en el suelo. El loro se mantiene mudo en su jaula. Al cabo de unos minutos sale Rosa de su casa, coge a Petra de la mano y salen corriendo del escenario con la maleta en la mano.
Al fondo se oyen unos pitidos de coche.

En la siguiente escena se ve a Rosa Salvadora y a Petra subiéndose al taxi)


TAXISTA: ya está bien señoras, que llevo diez minutos esperando y esto se lo voy a cobrar. Que a mí no me regalan el tiempo.

ROSA: Si, ya vamos. Es que se me han pegado las sábanas.

PETRA: no se “inrrite” hombre, que tampoco hemos tardado tanto.( Al oído de Rosa) ¡Ay qué hombre más apuesto!

ROSA: hija mía, es demasiado temprano para fijarse en hombres ahoraaa.

(El taxista sigue conduciendo y las dos amigas se quedan dormidas en el taxi. Inmediatamente comienzan a roncar)

TAXISTA: Señoras, pero bueno, no se pueden dormir ustedes en medio del trayecto y menos roncar de esa manera.

ROSA Y PETRA: Perdone, lo sentimos mucho, pero como este taxi es tan cómodo. ¡Cómo para no dormirte!

ROSA: ¡pero qué mal genio tiene este hombre!

(Se bajan las dos del taxi)




SE CIERRA EL TELÓN.


























ESCENA CUARTA


( Se abre el telón y en el escenario se ve la terminal de un aeropuerto. Rosa Y Petra se dirigen a la entrada del aeropuerto. Buscan la oficina de su tour operador para recoger los billetes)

EMPLEADA: hola, buenos días. ¿Qué desean ustedes?

ROSA: nosotras somos las que nos ha tocado el viaje a París con todos los gastos pagados. Lo hemos conseguido en un programa de la tele y nos han dicho que vengamos aquí a recoger los billetes.

EMPLEADA: ¡ que suerte han tenido! ¿Y para dónde os doy el vuelo?

ROSA: para París, sil vu ple.

PETRA: y no tarde mucho que tenemos que coger un avión y primero tengo que pintarme los labios.

ROSA: venga ya con pintarte los labios. Como para que se fije alguien en ti con lo fea que eres.

PETRA: pa fea yo, fea tú, que mira que verrugón tienes al lado de la nariz.

EMPLEADA: calma, calma, señoras. Que les espera París y allí ligan hasta las feas.

ROSA: bueno, dejémoslo ya que si no me voy a enfadar. (Mirando de reojo a la empleada). Mira que llamarnos feas.

PETRA: eso, eso. Coge los billetes y vámonos ya, que al final perdemos el avión.

(Voz de los altavoces: se ruega a los señores viajeros del vuelo 5599 con destino a París y que no hayan facturado su equipaje, lo hagan con la mayor rapidez posible ya que en breves minutos cerraremos el mostrador)

ROSA: Petra vamos, date prisa y coge tu maleta que aún nos quedamos en tierra.

PETRA: si, si vamos, que ese anuncio va por nosotras. Seguro que somos las últimas, como siempre.

ROSA: claro, es que ya con las reumas no podemos ni andar.

(Llegan al mostrador de facturación de equipajes con la lengua fuera y depositan la maleta de Rosa Salvadora en el peso que marca 35 kg)

AZAFATA 1: esto no puede ser señora, sólo está permitido llevar 20 kg de equipaje.

PETRA: pero Rosa, ¿qué es lo que has metido en la maleta? ¿Piedras?

ROSA: que no mujer, que no. Que ese peso tiene que estar mal. Que yo sólo llevo mi ropa y mis cremas.

PETRA: claro, y cremas debes de llevar una tonelada. ! Con la de arrugas que tienes !

ROSA: ¿Qué yo tengo arrugas?, ¿qué yo tengo arrugas?. Mira quién va a hablar, que tienes la cara que parece una pasa.

AZAFATA 1: señoras, señoras, un poco de calma. Quiten algo de la maleta y ya las dejo pasar.

ROSA: está bien, quitaré unos pocos de camisones y nos vamos.

PETRA: venga, venga, que se nos va el avión.

(Rosa Salvadora abre su maleta y empieza a sacar ropa. Vuelven a pesar la maleta y la azafata les da la tarjeta de embarque indicándolas que deben dirigirse a la aduana y después a la puerta de embarque número siete)



SE CIERRA EL TELÓN.









ESCENA QUINTA.


(En el escenario se ve el mostrador de aduana y una cola del copón. A la derecha hay unas sillas y algunas personas sentadas. Rosa y Petra se sientan y comienzan a hablar con la mujer que hay a su lado.)

MARI: ¿se siente más aliviada, señora? Tiene usted mala cara.

ROSA: pues sí, la verdad. Tengo tantas estrías en las piernas que ya no me tengo ni de pie.

PETRA: estrías no Rosa, que lo que tú tienes son varices. !VA-RI-CES!

ROSA: bueno, da igual, lo que sea. A mí me duelen las piernas y ya está.

MARI: claro que sí, señora. Es que los años no pasan en balde.

ROSA: ¿me está usted llamando vieja? (Dirigiéndose a Petra). ¿Te das cuenta que mujer tan mal educada? No me conoce de nada y me está llamando vieja.

MARI: que no señora, que no. Que yo no la estoy llamando vieja, pero tampoco vaya a pensarse que tiene usted 20 años.

PETRA: anda Rosa, déjalo ya que menudo día llevamos. Nos hemos peleado ya con todo el mundo; con el taxista, con la azafata de los billetes, con la de las maletas, con esta señora y ya sólo nos falta con ese policía tan majo que está ahí.

PILOT (el policía de la aduana): (dirigiéndose a Rosa) Bueno señora, le toca a usted.

(Rosa se levanta y se dirige con paso lento al mostrador de la aduana. Lleva en la mano el bolso, un abanico y una botella de agua.)

PILOT: deposite el bolso y el abanico en la cinta registradora, la botella de agua la tiene que dejar aquí y usted tiene que pasar por esta puerta para que la registremos. Debe quitarse los zapatos y el cinturón.

ROSA:( indignada) ¿Los zapatos y el cinturón? ¿ Y las bragas? ¿Quiere usted que me quite también las bragas? Será posible el hombre éste.

PILOT: señora, son las normas de los aeropuertos. Esto se hace por motivos de seguridad, para que no haya ningún atentado en el avión.

ROSA: ¿ atentado ? ¿ Pero por quién me ha tomado usted ? ¿Por una terrorista ? Yo sólo soy una pobre ancianita a la que le ha tocado un viaje a París y voy con mi mejor amiga.

PETRA: (coqueteando con el policía). Esa soy yo.

ROSA: Petra, haz el favor de decirle a este joven que yo no soy ninguna terrorista.

PETRA: ( acercándose mucho al policía). Mi amiga no es ninguna terrorista, y si usted quiere me puede registrar a mí, que no me importa.

PILOT: las voy a registrar a las dos porque si no, no van a poder subirse a ningún avión. ¿ Entendido?

( El policía empieza a registrar a Rosa y le encuentra una navaja en el bolsillo)

PILOT: perdón señora pero no se puede subir al avión nada metálico y mucho menos una navaja. Debe usted dejarla en la aduana.

ROSA: ¡pero si yo no llevo nada!

PILOT: ¿me está diciendo usted que no lleva nada? Pues entonces me tendré que poner gafas porque…

PETRA: Rosa, Rosa, deja ya todo lo que lleves que a este paso no vamos a ningún sitio. Mira la cola que tenemos detrás y la gente se está mosqueando.

ROSA: está bien, está bien, pero que conste que yo la llevaba para abrir el pan y partir el jamón, porque con estos dientes una ya no puede morder nada.

(La siguiente en pasar por la aduana es Petra, que no para de lanzarle miraditas al policía )




PETRA: venga, regístreme si quiere, que tengo una resaca del baile que tuve ayer...

ROSA: ¿Resaca? ¿Pero qué resaca si estuviste toda la noche roncando como un hipopótamo?

PETRA: ¿me estás llamando hipopótamo?

PILOT: déjense de conversación y pase por el detector de metales, que no tenemos todo el día.

(Petra comienza a pasar por el detector y todas las luces se encienden. Empiezan a sonar las alarmas y el policía la detiene).

PILOT: señora, ¿puede abrir la boca?

PETRA: ¡ Uy señor , no es hora de besarnos todavía ! Vamos a conocernos primero un poco más. Además, yo no puedo estar con estas pintas con lo apuesto que tú eres.

PILOT: señora, no quiero besarla, solo quiero ver si usted tiene algo de metal en la boca.

PETRA: ¿metal en la boca? Pero ¿usted que se cree, que mi boca es una ferretería? Mira Rosa, este hombre es muy apuesto, pero parece que tiene serrín en la sesera.

ROSA:¿ le está diciendo a esta pobre mujer, que lleva más tiempo que usted en este mundo que le está mintiendo?

PILOT: no señora, yo solo cumplo con mi deber. Sólo quiero saber si lleva algún diente de oro porque la máquina no para de pitar.

ROSA: pues si no para de pitar es porque estará rota. Ponga otra nueva y déjenos pasar ya de una vez que a este paso no llegamos a París.

PETRA: eso, eso, que cambien la máquina. Y mientras que este policía nos registre a mano que “pa” eso las tiene muy grandes.

PILOT: a ver señoras, sólo lo voy a decir una vez más. En el avión no pueden llevar líquidos ni nada de metal así es que o dejan todo eso en la aduana o no cogen el avión.

ROSA Y PETRA: está bien, está bien. Sacaremos la Cruz de Caravaca y dejaremos la botella de agua. Pero la de vino nos la llevamos.

PILOT: ¿qué llevan ustedes una botella de vino? (Mirando al techo) ¡ Pero que gente me ha tocado aguantar hoy! Pasen y márchense ya que no quiero volver a veros . ( Gritando) EL SIGUIENTE, EL SIGUIENTE…

(Las dos abuelitas recogen su bolso y se dirigen hacia la puerta de embarque cogidas del brazo. Atrás queda el policía mirando con cara de alivio como se alejan. La cola que hay en la aduana llega hasta la puerta del aeropuerto)

ROSA Y PETRA: (Gritando) ¡ Allá vamos París, París nos espera!


¿QUÉ NUEVAS AVENTURAS LES ESPERARÁ A ESTAS DOS SIMPÁTICAS ABUELITAS?





SE CIERRA EL TELÓN







FIN

1 comentario:

  1. Genial. Sólo dos reparos: no pones las rayas de diálogo y algunas acotaciones se acercan más a la narración que al texto dramático.
    NOTA: 9,75

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