lunes, 30 de mayo de 2011

Una anciana con experiencia

(Se abre el telón. E n el escenario se ven a un VIGILANTE y a una ANCIANA. El VIGILANTE lleva puesto su uniforme azul fuerte y en su chaqueta hay una placa que pone “Antonio”. L a ANCIANA lleva puesto una falda y una camisa de color negro, y va cargada con una maleta y una bolsa de viaje. El escenario está iluminado con una luz como si fueran las nueve y media- diez de la mañana. Hay ruido, la gente pasa de un lado a otro del escenario con sus maletas.)
VIGILANTE 1 - ¡Buenos días señora!
ANCIANA - ¡Buenos días joven!
VIGILANTE 1 - ¿Puede dejar aquí su equipaje, por favor?
ANCIANA - ¿Qué ha dicho? Últimamente me estoy quedando un poco sorda.
VIGILANTE 1 (vocalizando) – Que si puede dejar su e- qui-pa-je.
ANCIANA (extrañada) - ¿Mi enjuague? ¿Para qué quiere mi enjuague?
VIGILANTE 1 -¡No, no! ¡¡Su e-qui-pa-je!!
ANCIANA (mirando sus maletas) - ¿Mis cosas?
VIGILANTE 1 - ¡Sí, sí! ¡Sus maletas! (susurrando) menos mal que se ha enterado…
ANCIANA - ¿Qué ha dicho? Oiga, si quiere que le escuche va a tener que hablar más alto, por favor.
VIGILANTE 1 - ¡Vale! ¡No se preocupe!
(La ANCIANA pone sus maletas en el trasportador de maletas.)
VIGILANTE 1 - ¡Ahora tiene que entrar en esa habitación de allí y pasar por la máquina que hay dentro y después sale, ¿entendido?
ANCIANA – Sí, pero… la habitación es muy pequeña…
VIGILANTE 1 (Aparte. Mirando al público.) – Ahora me dirá que tiene claustrofobia…
ANCIANA (Con vergüenza.) – es que tengo… tengo… tengo…
VIGILANTE 1 (Molesto.) -¡¿Qué tiene?!
ANCIANA –Tengo… claustrofobia, me da mucho miedo meterme en habitaciones tan pequeñas…
VIGILANTE 1 – No pasa nada… si quiere yo puedo entrar con usted…
ANCIANA -¡Vale!
(El VIGILANTE 1 espera a que la ANCIANA pase por la máquina, aunque él ya sabe que esta no va a detectar nada. Y salen.)
ANCIANA - ¡Menos mal!... un poco más y me da un infarto ahí dentro.
VIGILANTE 1 (Con burla.) – No exagere
ANCIANA (nerviosa.) - ¡¡Qué no exagere!! ¡¿Usted no ha visto a personas claustrofóbicas, verdad?!
VIGILANTE 1 (vacilando.) – Ahora que lo menciona… la verdad es que no.
ANCIANA - ¡Ya lo veo… si supiera que le pasan a esas personas no me hubiera metido en esa habitación!
VIGILANTE 1 – Puede…
ANCIANA - ¡¿Puede?! ¡¿ Cómo que puede? Seguramente que sí, se lo aseguro.
(Entra en el escenario otro VIGILANTE, con el mismo uniforme que el VIGILANTE 1, pero ahora en su placa pone “Jesús”.)
VIGILANTE 2 -¡¡ Ya basta Antonio!! ¡No puede tratar así a los pasajeros! No se da cuenta de lo que dice…
VIGILANTE 1 (avergonzado.)- Pero…
VIGILANTE 2 - ¡No hay peros que valgan! ¡A trabajar!
(El VIGILANTE 2 se marcha por donde ha venido y vuelve de nuevo con una silla y se sienta en una esquina del escenario.)
VIGILANTE 1 - ¿Qué haces?
VIGILANTE 2 – vigilando, ¿no te parece?
VIGILANTE 1 - ¿Pero… ahí y así…?
VIGILANTE 2 - ¡Claro!
ANCIANA – Perdonadme, pero el avión se va dentro de una hora… como no os deis prisa lo voy a perder…
VIGILANTE 1 – Lo siento señora, ahora mismo termino con usted.
VIGILANTE 2 (Con burla.) - ¡No te da vergüenza hombre!
VIGILANTE 1 (enfadado.) - ¡¡Tú te callas!!
ANCIANA (mirando el reloj.) – Falta poco para que salga el avión…
VIGILANTE 1 (enfadado y gritando.) - ¡¡Ya le he dicho que ya termino con usted!!
ANCIANA (elevando el tono de voz.)- ¡¡A mí no me grite!! ¡¡ Que tampoco estoy tan sorda!!
VIGILANTE 2 - ¡Quieres atender a la señora como es debido, por favor!
VIGILANTE 1 – Vale, vale… tranquilízate de una vez. Y si no te gusta como trabajo no me mires.
VIGILANTE 2 (levantándose y cogiendo la silla.)- Me voy… pero pa´ no verte.
(El VIGILANTE 2, con la silla en la mano, atraviesa el escenario mirando al VIGILANTE 1.)
VIGILANTE 1 (más tranquilo.) – Perdóname señora, es que este hombre me saca de mis casillas.
ANCIANA – Bueno no pasa nada.
VIGILANTE 1 – Necesito que me enseñes su DNI y su pasaporte.
ANCIANA (buscando en el bolsillo.) – aquí están.
VIGILANTE 1 (mirando los papeles.) – Muy bien.
ANCIANA-¿Ha terminado ya?
VIGILANTE 1 – Sí, sí… ¡ya!
ANCIANA – Menos mal…
(El VIGILANTE 2 sale de nuevo al escenario.)
VIGILANTE 2 – Pues sí, menos mal. Es un lento…
VIGILANTE 1 (enfadado.)- ¡¿Puedes irte de una vez y dejarme en paz!? ¡Si eres tan amable!
ANCIANA (molesta.)- ¡Ya basta con las discusiones! ¡Parecéis niños chicos! ¡No os da vergüenza actuar de esta forma delante de este magnífico público! (acercándose y mirando al público.) ¡¿No es verdad que parecen críos!?
PÚBLICO - ¡¡Síiiii…!!
ANCIANA – ¡Venid para aquí los dos, que voy a arreglar esta pelea ahora mismo!
(Los dos vigilantes se acercan al lugar donde está la anciana mirándose con asco respectivamente.)
ANCIANA (mirándolos.)- Lo primero que tenéis que hacer es no miraros con esa cara de asco.
VIGILANTE 2 -¡No pienso hacer las paces con esta hombre! ¡Nunca le voy a perdonar lo que me hizo!
VIGILANTE 1 - ¡Ahora será culpa mía que TÚ estés enfadado conmigo!
VIGILANTE 2 - ¡Pues sí, si es culpa tuya! ¡Por TÚ culpa hermanito estoy aquí trabajando en este aeropuerto, en vez de estar ya casado y de viaje de novios!
VIGILANTE 1 (gritando.) - ¡¡Sí claro, habrá sido culpa mía que me QUERIDÍSIMO hermano no haya aprovechado su oportunidad!!
ANCIANA - ¡eh! ¡Eh! ¡Eh! Esperad un momento señores… ¡¿Qué encima sois hermanos!?
VIGILANTE 1 Y 2 (unísono.) – Sí, por desgracia sí.
ANCIANA – Esto es increíble, dos hermanos peleándose seguramente que por tonterías.
VIGILANTE 1 (melancólico.) – No son tonterías… son realidades que pasan y no tienen marcha atrás.
VIGILANTE 2 (con burla.) – cuidado que se pone melancólico.
VIGILANTE 1 - ¿Ves, ves como se pone? y ni siquiera le he mirado.
ANCIANA (Dirigiéndose al VIGILANTE 2) – No puedes tratar así a tu hermano, sois muy jóvenes para que os peleéis de esta forma tan ridícula, ¿Cómo empezó esta pelea?
VIGILANTE 2 (Más tranquilo.)- Fue la Navidad pasada, como todas, nos reunimos en la casa de mis padres. Ese año era especial para mí, porque tenía novia y la iba a llevar a casa para que conociera a mi familia… (Se calló.)
ANCIANA (intrigada.)- ¿Y qué pasó?
VIGILANTE 2 (mirando al hermano.) Pasó la cosa más desgraciada que me pudo pasar ese año…
VIGILANTE 1 – No fue mi culpa… ya me he disculpado varias veces contigo, pero no me entiendes.
ANCIANA - ¡Dejaros de chácharas y contadme lo que pasó!
VIGILANTE 2 – Cuando llegó la hora de la cena, mi novia Elisa ya era bienvenida en nuestra casa, pero algo le pasaba a mi hermano, lo notaba raro desde que ella entró por la puerta…
VIGILANTE 1 –No estaba raro, solo que a esa mujer la había conocido esa misma mañana en el supermercado y me había gustado tanto que hasta nos dimos los números de teléfono.
ANCIANA (Dirigiéndose al público.)- ¡Esto parece un culebrón!
VIGILANTE 2 (Con tristeza.) – Cuando me enteré de que mi novia estaba tonteando con mi hermano, me enfadé muchísimo. Lo nuestro no funcionaba y a las pocas semanas cortamos. ¿A que no sabe por qué?
ANCIANA - ¡No…!
VIGILANTE 2 (Con rabia.) – Por que se había enamorado de mi hermano.
VIGILANTE 1 (Arrepentido.) – Yo no quería que pasase nada después de saber que era tu novia, pero el destino de una manera u otra nos quería juntos. Y además ya te dije que no duró mucho tiempo conmigo, un día me levanté y ya no estaba.
VIGILANTE 2 (con burla. Mirándolo de arriba abajo.) – No me extraña… quien va a querer estar a tu lado con lo soso que eres.
VIGILANTE 1 – Y empiezas otra vez a burlarte de mí…
ANCIANA -¡Parad el carro, no os peleéis más! Es la tontería más absurda que me han contado en todos los años que he vivido en este mundo (suspirando.) ¡Hombres…!
(Entra en el escenario una mujer vestida de azafata, con una placa en su chaqueta que pone “Marta”.)
MARTA - ¡Buenos días!
ANCIANA - ¡Buenos días tenga usted!
VIGILANTE 1 - ¡Buenos días, Marta!
VIGILANTE 2 - ¡Buenos días!
MARTA – Sin querer he escuchado vuestra conversación, y os he prestado atención porque me interesa.
VIGILANTE 1 Y VIGILANTE 2 (Extrañados.) - ¡¿Síiii…!?
MARTA – Sí. Yo tengo una hermana que se llama Elisa. En Navidad estaba muy contenta porque iba a conocer a la familia de su novio. Al pasar los días la noté un poco extraña, no me quería contar, pero al final se decidió. Así me enteré de que mi hermana, por casualidad, antes de ir a la casa de su novio, se encontró con un hombre que le pareció encantador…
VIGILAMTE 1 (Mirando al público. Chulito.) - ¡Yo…por supuesto!
MARTA –Su sorpresa fue cuando su novio se lo presentó como el hermano mayor y soltero de la familia. Ella intentó no hacerle mucho caso, pero sin querer lo miraba diferente como el cuñado que era. Poco después cortó con su novio. La última vez que llamé a mi hermana me dijo que se había ido del país y que no volvería en un par de meses. Eso es todo lo que me contó.
VIGILANTE 2 - ¿Y no te dijo donde y va ni por qué se había ido?
MARTA – No. Pero conociéndola se habrá ido porque tenía un mal de amores o algo por el estilo…
ANCIANA – Pues no te equivocas… se ha ido por un buen mal de amores.
VIGILANTE 2 – Yo creo que sé a dónde ha podido ir. Cero que está… en París.
MARTA - ¿Y cómo lo sabes?
VIGILANTE 2 – Porque yo era su novio y estábamos planeando en casarnos y después irnos de luna de miel a París, a la ciudad del amor.
MARTA (alertada.) -¡¿Qué os ibais a casar!?
VIGILANTE 2 - Sí…
MARTA - ¿Y cómo que no me dijo nada?
VIGILANTE 2 – Porque era una sorpresa… queríamos enviar las invitaciones el día de Año Nuevo.
ANCIANA – Como dice el refrán año nuevo, vida nueva ¿no?
VIGILANTE 2 – SÍ… nosotros pensamos en esa frase cuando decidimos mandarlas ese día.
VIGILANTE 1 – Bueno… ¿vamos a hacer algo? Tanto hablar, tanto hablar pero no hacemos nada.
VIGILANTE 2 -¿Y qué quieres que hagamos, listo? ¿Ir a buscarla?
VIGILANTE 1 – ¡Pues claro!… tanto que la querías y ahora te quedas de brazos cruzados…
VIGILANTE 2 - ¿A dónde vamos a buscarla?
VIGILANTE 1 – A París, a la ciudad del amor, como has dicho tú antes.
VIGILANTE 2 - ¿Cómo vamos a ir a París para que luego no esté allí? y además, si estuviera allí, ¿por dónde empezamos a buscarla?
ANCIANA – Yo voy a París en el vuelo de las once y media, si queréis os puedo guiar allí en París, me sé de memoria cada rincón de esa maravillosa ciudad.
(Suena el timbre del móvil de Marta y esta lo coge.)
MARTA - ¿Sii…?
ELISA – Hola Marta.
MARTA - ¿Eres tú Elisa?
ELISA – Sí, soy yo.
MARTA - ¡Qué alegría más grande de escucharte! ¿Dónde te has metido en todos estos días?
ELISA – He estado de vacaciones, pero ya vuelvo para Madrid.
MARTA - ¿Cuándo?
ELISA – ¿Sigues trabajando en el aeropuerto?
MARTA – Sí… ¿por?
ELISA – Porque me encuentro a unos quince minutos de Madrid.
MARTA - ¿En serio?
ELISA – Sí. Vuelvo de mis vacaciones.
MARTA – Ya me contarás…todo.
ELISA - ¿El qué?
MARTA – Pues todo… por qué te fuiste, adónde…
ELISA – vale, vale. Ya voy para contarte todo con claridad.
MARTA - ¡Adiós!
ELISA - ¡Hasta ahora!
(MARTA corta el teléfono y mira al VIGILANTE 1 Y 2 y a la ANCIANA.)
MARTA -¡Elisa viene para aquí dentro de diez minutos!
ANCIANA - ¡Qué bien!
VIGILANTE 1 - ¡Sí…!
VIGILANTE 2 - ¿Qué te ha dicho?
MARTA – Que venía de vacaciones y que llegaba dentro de muy poco.
VIGILANTE 2 - ¿Y… solo eso?
MARTA – mmm… ¡Sí!
VIGILANTE 1 (dirigiéndose a su hermano) – Estarás contento, ¿no?
VIGILANTE 2 - Y tú ¿lo estás?
VIGILANTE 1 – Pues… tampoco me importa mucho, la verdad es que fue un amor a primera vista, y estos amores no funcionan siempre.
VIGILANTE 2 – Pues que sepas que Elisa y yo nos enamoramos a primera vista y nos fue todo bien hasta… hasta ese día… ya sabes…
VIGILANTE 1 - ¡Sí, mejor no hablar de ello!
ANCIANA (contenta.) - ¡Muy bien! Estáis progresando. Hace más de media hora que no os peleáis ni os insultáis como antes.¿ Habéis visto como todo se consigue…?
VIGILANTE 1 (mirando al vigilante 2.) -En verdad, añoraba aquellos días en los que hablábamos y nos contábamos las cosas riéndonos de nosotros mismos, ¿te acuerdas?
VIGILANTE 2 -¡¿Cómo no me voy a acordar!? Si tú eres mi hermano mayor, mi héroe de cuando jugábamos y me caía, el personaje malo cuando jugábamos a buenos y malos… ¡Cómo no me voy a acordar!
VIGILANTE 1 (dándole la mano a su hermano.) - ¡Te echaba de menos amigo…!
VIGILANTE 2 (Quitándole la mano de en medio y dándole un abrazo.) - ¡Eres un buen hermano! No sé cómo me puedes aguantar con lo pesado y chinchoso que soy algunas veces contigo...
ANCIANA – Mis intervenciones siempre ayudan a las personas a que sean más felices.
MARTA - ¿De verdad?
ANCIANA – Aquí está dando el resultado.
VIGILANTE 1 - ¡Muchas gracias por ayudarnos!
VIGILANTE 2 - ¡Sí! ¡Muchísimas gracias! No sé cómo lo has hecho… pero ha dado un resultado excelente.
ANCIANA – De nada muchachos.
(Se escucha el motor de un avión. Sale al escenario una mujer alta, con pelo castaño y una maleta en la mano.)
MARTA (abrazando a Elisa.) - ¡¡Elisaaa…!!
ELISA -¡¡Holaa…!!
MARTA - ¿Dónde has estado todo este tiempo?
ELISA –Te lo he dicho antes por teléfono, de vacaciones…
MARTA –Pero, ¿dónde, con quién y por qué?
ELISA –He estado en París, necesitaba relajarme y me fui sola para no causar daño a nadie…
MARTA -¿A quién ibas a causar daño?
ELISA –A Antonio o a Jesús…
MARTA – Ellos han estado enfadados por ti, deberías darle una explicación.
ELISA - ¿Cómo sabes eso?
MARTA – Porque me lo han contado ellos mismos.
ELISA -¿Cómo si ni siquiera los conoces?
MARTA – Porque yo tengo mis contactos, que porque sea la hermana pequeña de la familia he crecido y sé cómo arreglármelas para salir de dudas hermanita…
ELISA – Ya en serio, dime la verdad…
VIGILANTE 1 – Esa es la verdad Elisa…
ELISA -¿Quién eres?
VIGILANTE 1 – ¿No me reconoces? ¿Tan pronto te has olvidado de mí?
ELISA (confusa.) – En serio, ¿Quién eres?, ¿te he visto alguna vez?
VIGILANTE 2 (quitándose la gorra que llevaba puesta.) – Y a mí, ¿me conoces?
ELISA – No me lo puedo creer… sois vosotros (señalando a cada uno.) Antonio y Jesús.
MARTA – Me creía que los habías conocido nada más llegar.
ELISA –Pues no…
MARTA - ¿A qué esperas?
ELISA – A que espero ¿de qué?
MARTA – A pedirles perdón a los dos… Yo si fuera tú ya se lo hubiera dicho.
VIGILANTE 1 - ¿Perdón por qué?
MARTA – Por irse sin avisar y sin decirnos nada.
VIGILANTE 1 – A mí no me afectó mucho… total no estábamos saliendo…
VIGILANTE 2 – Sin embargo a mí sí me dolió y mucho ¿sabes…? Estuve una semana buscándote por la ciudad de un lado a otro, noche y día… y tú por ahí disfrutando de tus vacaciones, por lo menos haber avisado a tu hermana o algo, ¿no te parece?
MARTA –En eso tiene razón él Elisa…
ELISA –Lo siento, ¿vale? No sabía qué hacer y escogí lo más cómodo para mí. Así que me fui y en el trayecto a París me fui olvidando poco a poco de toda la historia que todos nos sabemos de memoria, (mirando a Jesús.) bueno… de toda no, menos la historia del amor, ya que esa no me la puedo sacar de la cabeza, Jesús.
VIGILANTE 2- ¿y por qué no avisaste? Estaba muy preocupado por ti.
ELISA –Lo siento… estoy muy arrepentida… huí de mis problemas en vez de enfrentarme a ellos. ¡Lo siento de verdad…!
VIGILANTE 1 – Por mí estás perdonada Elisa.
ELISA (mirándolo.) – Gracias Antonio, tan generoso como siempre. (Mirando a Jesús.) ¿Y tú? ¿Me perdonas?
VIGILANTE 2 – Con una… mejor dicho con dos condiciones…
ELISA -¿Cuáles?
VIGILANTE 2 – la primera es que cuando otro día te vayas de vacaciones procures avisar a alguien, y la segunda… ¡qué vengas y me des un abrazo de esos de los que sabes dar tú!
ELISA (Acercándose a Jesús.) -¡Muchísimas gracias!
ANCIANA (dirigiéndose al público.) - Esto sí que es un final feliz, ¿a que sí?
PÚBLICO - ¡síiiii…!
ANCIANA (Mirando el reloj.) –Bueno… Don Antonio… ¿ me puedo ir ya a coger el avión?
VIGILANTE 1 - ¡Sí, sí! Ya puede irse señora, que pase unas buenas vacaciones en París.
MARTA -¡Sí, pero espero que haya avisado a su familia…!
(VIGILANTE 1, 2, MARTA, ANCIANA Y ELISA se ríen. La ANCIANA se va del escenario y los otros personajes se quedan hablando de lo que ha pasado. Se cierra el telón.)
ANDREA SANTIAGO TARIFA.

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