sábado, 25 de junio de 2011

Los ojos de Argos

Introducción.
Soy Sara. Vivo en Grecia y estoy muy interesada en la mitología griega, es algo que me apasiona. Los mitos que más me gustan son:
“El mito de Adonis”, “el nacimiento de Afrodita”, “el mito de Aracne”, pero mi favorito es “El mito de Argos, los ojos del pavo real”.
El mes pasado me pasó algo increíble y eso es lo que os voy a contar.
Yo estaba en la calle Thissio, cercana a Acrópolis y al Ágora, cuando vi a un turista en un local tomándose un café. Os preguntaréis ¿y a mí qué me importa que hubiese un turista en un local tomando café? Pues que ese individuo me llamó la atención porque llevaba unas gafas de sol muy oscuras, una gabardina larga y gris, un gorro por el cual sobresalían mechones de pelo castaño y un misterioso maletín. Decidí acercarme y nada más dar un paso el extraño clavó la mirada en mí. Su mirada me intimidaba, era como una aguja que se me iba clavando poco a poco hasta ser muy molesta. Tuve que salir de allí.
Al día siguiente decidí volver para ver si el extraño volvió allí. Así fue. Esta vez me daba igual que me mirase todo lo que quisiera, pero yo tenía que enterarme de lo que pasaba allí. Entré en la cafetería, donde se situaba el chico, y nada más entrar pude divisar como el supuesto hombre se introducía en el baño de señoras. Entré tras él. Para mi sorpresa en el interior del cuarto de baño había una mujer mirándose en el espejo y todas las puertas de los servicios estaban abiertas, por lo cual pude deducir que no había nadie en su interior. Pude divisar tras la mujer que se observaba a sí misma una gabardina y un maletín y me sobresalté. La chica me miro detenidamente y me dijo:
-Hola, ¿quieres algo? ¿Necesitas ayuda?- me preguntó muy serenamente, pero a la vez misteriosamente.
-Yo…no…verás…-estaba muy nerviosa y no sabía que decir, pero decidí enfrentarme a mi vergüenza y decirle lo primero que se me pasó por la cabeza.-Y tú, ¿necesitas ayuda?
-Pues, la verdad no me vendría mal una ayudita, pero tú eres muy pequeña y yo no te podría encomendar esta misión.
-¿Misión?- me empecé a interesar por el tema.- ¿De qué se trata?
En ese mismo momento irrumpieron en el aseo dos hombres vestidos con traje negro y armados que me colocaron un pañuelo en la nariz que me hizo desfallecer. Al despertar estaba en una especie de almacén donde había muchos más niños y niñas. Entonces fue cuando el miedo y el terror que sentía los expulsé con un profundo grito que llenó aquel extraño lugar.

2 comentarios:

  1. Llevo poco hecho pero espero terminarlo y que sea muy largo y conseguir por fin hacer un libro. Lo iré colgando por capítulos. Espero que te guste y que pases un buen verano.

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  2. Lo primero, ánimo con tu proyecto.En segundo lugar, yo no soy nadie para criticar tus ideas y la historia que quieras contar, pero como profesor de lengua " me voy a permitir corregirte la ortografía y sugerirte algunas cosillas:
    -Al Ágora( es un lugar, una plaza pública)
    -os preguntaréis
    -¿y a mí qué...?
    -no sabía qué decir
    Hay algunas repeticiones solucionables con pronombres u expresiones similares:
    mirada...mirada
    allí...allí
    Creo que es mejor había vuelto que volvió.Mejor, me dijo que se dispuso a decirme. A veces la sencillez es el mejor camino.
    Dicho esto, yo también te deseo un muy buen y merecido verano.

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