martes, 21 de mayo de 2013

Trabajo 3er Trimestre. Égloga.

EL ORO GRIS.

Mi historia os cuento
con euforia y cortesía
en menos de un escarmiento
mi roja sangre caía. (4)





Rudos árboles subían
hacia el cielo nublado
mi gozo cuán alegría
ante aquel apaisajado. (8)





A la aventura voy
buscando un tesoro gris
mañana y tarde doy
en mi andar pude partir. (12)





Días sin rumbo alguno
monótono recorrido
a lo lejos vi alguno
con un extraño sentido. (16)





A una mujer vi correr
en camino a la montaña
deduje que me pudo ver
y trepé cual mono araña. (20)





Subido a un bananero
su rumbo pude conocer
no hallo su paradero
¿de donde sale esa mujer? (24)





Dos días tardé en llegar,
la selva embravecida
me hizo el tiempo malgastar
buscándola sin bebida. (28)





Marcados rasgos pude ver
piel morena y grandes pies
la belleza de la mujer
me cortó hasta mi gran sed. (32)





Me habló con tono raro
no comprendí su idioma
me empujó sin reparo
causándome un coma. (36)





Desperté extrañamente
ante mí se encontraba,
asustado obviamente
ella solo se sentaba. (40)





Me habló palabras sueltas
en mi idioma mas o menos
me acercó unas setas
que cocinó con los dedos. (44)





Una charla mantuvimos
me habló de mi tesoro
y los dos partimos juntos
a la búsqueda del ''oro''. (48)





Caminos y sendas nulas
adentrándonos en sombra
que pena no tener alas,
mas con nuestros pies nos sobra. (52)





Contra un gran hoyo dimos
y en mi mapa una cruz
la muchacha de pies finos
saltó y vio un ataúd. (56)





Con misterio lo abrimos
en su interior hallando
nada de pieles ni huesos
pues nos seguimos andando. (60)





Sudores y hambre mucha
la mujer ni miró atrás
yo pensaba en mi ducha,
no paraba de apestar. (64)





Algo raro le notaba
llevaba horas sin hablar
yo más me desesperaba
y pensé en abandonar. (68)





Repentinamente giró
se quedó paralizada
un buen sonido explotó
se sintió amenazada. (72)





Pues solo me quedé sin más
en mitad de aquella nada
busqué algo para cenar
pero no encontré nada. (76)





Oscurecía la noche
busqué una acogida
y me sentí cual fantoche
por esa mujer erguida. (80)





Amanece fríamente
desayuno pocas bayas
algo ronda por mi mente,
pienso tirar la toalla. (84)





De vuelta a casa voy
no se si existe tal ''oro''
yo ya no se donde estoy
                          me defino como ''solo''. (88)





Cuan esperanzado sigo
pues si algo me encontré,
una cabaña con trigo
donde paré y reposté. (92)





Buscando una salida
reconozco el camino
vi las huellas corroídas
ya está, es mi destino. (96)





Sin reacción me encuentro
y una flecha atraviesa
lo que fue mi ojo diestro
la mujer no fue honesta. (100)



                                Marta López Duarte 3ºD



















1 comentario:

  1. Valorando tu ímprobo y denodado trabajo,
    sopesando algunos fallitos de sentido,
    pues has buscado más la rima que el contenido;
    considerando que te has lanzado ahí, al tajo,
    he de considerar muy seria y decididamente
    que un nueve y medio sería la nota conveniente.

    ResponderEliminar