Un ejemplo de comentario crítico a un texto de la P.A.U de Murcia (Prueba de septiembre de 2010. Opción A)
"
La
amistad es el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con
otra persona, que nace y se fortalece con el trato. La definición es
amplia porque especificar concretamente en qué consiste resulta
complicado. Probablemente habrá casi tantas formas de entenderla
como personas.
Existe
un adjetivo que solemos colocar junto a la palabra amistad:
“Verdadera”. Parece que necesitamos diferenciar ésta de otros
tipos. Según Aristóteles, estos tipos serían la amistad por
interés y por placer.¡
La amistad verdadera se
basaría en el bien, en la virtud. Y en opinión de este gran
filósofo, sólo puede darse entre personas que se desean el bien por
sí mismos, sin ningún tipo de interés; por ello, aunque las
circunstancias varíen, ella permanece. “La amistad perfecta es la
de los buenos y la de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos
se desean mutuamente el bien en el mismo sentido”, dice
Aristóteles.
Los amigos de
verdad son aquellos con los que nos encontramos cómodos, no
juzgados, los que nos quieren con nuestros defectos incorporados.
Como tan bien expresan las palabras de Elbert Hubbard: “Un amigo es
uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere”.
La sinceridad es
otra de las características de las relaciones auténticas. Sólo con
los verdaderos amigos podemos pensar en voz alta, porque la confianza
es absoluta. No obstante, la sinceridad no puede entenderse como
abrir el grifo de nuestros pensamientos sin medir nuestras palabras.
Los amigos, por mucho que nos quieran y confíen en nosotros, son
seres humanos, y por ello en su interior habitan inseguridades,
dudas, miedos... Nuestras palabras pueden herirlos, así que, incluso
con ellos, hemos de cuidar cómo nos expresamos; valorar qué efecto
producen en el otro."
Este
texto comienza definiendo la amistad, un concepto que, según el
autor, es difícil de explicar y está sometido a la subjetividad de
todas las personas. A continuación, se especifican las
características de la llamada amistad verdadera que se distingue de
otros tipos de amistad ya diferenciados por Aristóteles y que, según
este filósofo y otro llamado Hubbart, solo se da entre personas que
se desean recíprocamente el bien, que se conocen pero no se juzgan,
y es sincera pero en el grado justo, sin dañar al amigo.
Primer párrafo: resumen del texto. Recuerda:
objetividad.
En
primer lugar,
me ha llamado la atención la claridad expositiva de este texto en el
que se aprecia una estructura muy sencilla: concepto de amistad,
(primer párrafo), tipos de amistad (segundo párrafo) y
características de un tipo determinado: la llamada amistad
verdadera (tres últimos párrafos). Esta meridiana claridad nos
facilita su comprensión y la elaboración de una opinión sobre el
tema tratado que, sin ser un tema de actualidad, de esos que aparecen
continuamente en los medios de comunicación, está totalmente
vigente en nuestras vidas: ¿qué sería de todos nosotros sin
amigos? Segundo
párrafo: comentario sobre algún aspecto del texto, en este caso su
estructura y el tema escogido. Además, planteamiento de un tema de
interés: el gran poder de la amistad en muestras vidas.
En
mi caso, y estoy segura que no soy una excepción, cuando me he visto
abrumada por los estudios, primero, por el trabajo, después,
exhausta por las obligaciones familiares, apesadumbrada por la rutina
del día a día… un café con un amigo, una charla telefónica con
una amiga, me ha reconciliado con la vida.
Argumento
de experiencia personal.
Además,
ya lo dice el refrán: “Quien tiene un amigo tiene un tesoro”,
(Argumento
basado en un criterio sapiencial, en este caso una
sentencia
popular)
sobre
todo en los tiempos que corren en los que todo va tan deprisa, en los
que hay gente que prefiere comunicarse a través del ciberespacio que
delante de una taza de café. Precisamente, relacionado con esto,
cabe preguntarse: ¿ las relaciones interpersonales creadas a través
de las redes sociales como Facebook o Tuenti son un ejemplo de
amistad? Inclusión
de otro tema
relacionado
con el tema de interés que hemos planteado.En
mi opinión,
estos nuevos vínculos no crean amistades aunque sí pueden afianzar
las que ya existen. Y es que yo estoy convencida de que no hay otra
manera de hacerse amigo o amiga de alguien que con el tradicional
“roce”: en el colegio, en el instituto, en el trabajo, en el
pueblo o en la ciudad, aunque esta sea tan inmensa como Nueva YorK.
No en vano una de las series televisivas más famosas de los 80 era
un canto a la amistad de un grupo de jóvenes en la Gran
Manzana y se titulaba, precisamente,” Friends”. Su clamoroso
éxito, que encumbró a sus protagonistas, es una prueba de que sigue
de moda la amistad al estilo tradicional. (Argumento
de ejemplificación )
Párrafo
de conclusión En
definitiva,
este texto me ha recordado que los amigos colorean nuestra
existencia y la convierten en vida. Y también que mis verdaderos
amigos, aquellos que buscan mi bienestar y yo el suyo, que me conocen
pero no me juzgan, que son sinceros conmigo pero cuidando de no
herirme, se cuentan con los dedos de una mano, aunque “se me
agreguen” muchos nombres en mi perfil del Facebook.
Hemos
utilizado conectores de enumeración, de suma intensificativa y de
cierre con valor de recopilación.
TEXTO
Por raro y anacrónico que
parezca, hay desgracias a las que, por alguna postura, se les escapa
un halo positivo. Y está llegando el momento en que todos tengamos
que bendecir aquel aciago momento de triste recuerdo en que las
primeras manchas de malhadado fuel empezaron a mancillar las playas
gallegas. Gracias a las desgracias de mariscadores, marineros y
percebeiros, el hundimiento de una gabarra en la Bahía de Algeciras
se ha convertido en noticia de primera magnitud, ha concentrado a
políticos de todas las administraciones, alertado a los técnicos y
puesto a prueba todas las medidas de seguridad habidas y por haber.
Gracias a las desgracias del pueblo gallego, los gobiernos central y
andaluz han empezado a ver la realidad que se oculta tras los
vaticinios de ecologistas y ayuntamientos campogibraltareños sobre
la peligrosa sombra que se cierne sobre las aguas del
Estrecho.
Gracias a las desgracias que padecen la flora y la fauna de la Costa de la Muerte, se está atendiendo con preocupación a las decenas de aves que cada año aparecen muertas en las costas andaluzas, se empieza a observar la degradación medioambiental que sufren nuestros fondos marinos y se otea con desvelo el horizonte para certificar que el alquitrán también mancha nuestras orillas hace décadas. Y mire usted por dónde que hasta para emular desgracias hemos tenido suerte: porque no se ha escapado el fuel de los tanques de la embarcación, porque sólo está a medio centenar de metros de profundidad, porque el lugar donde se hundió la gabarra es el mejor de todo el Estrecho y, además, llueve sobre mojado...
Pero qué pena más grande que la atención a la degradación medioambiental, la prevención ante acontecimientos contaminantes, las sanciones a los desalmados armadores, y las ayudas a esas zonas dejadas de la mano de Dios, sólo lleguen después de una desgracia de las proporciones del «Prestige», el «Venamagna» o el «Spabunker IV». Qué pena haber tenido que sufrir... Mar Correa, ABC
Gracias a las desgracias que padecen la flora y la fauna de la Costa de la Muerte, se está atendiendo con preocupación a las decenas de aves que cada año aparecen muertas en las costas andaluzas, se empieza a observar la degradación medioambiental que sufren nuestros fondos marinos y se otea con desvelo el horizonte para certificar que el alquitrán también mancha nuestras orillas hace décadas. Y mire usted por dónde que hasta para emular desgracias hemos tenido suerte: porque no se ha escapado el fuel de los tanques de la embarcación, porque sólo está a medio centenar de metros de profundidad, porque el lugar donde se hundió la gabarra es el mejor de todo el Estrecho y, además, llueve sobre mojado...
Pero qué pena más grande que la atención a la degradación medioambiental, la prevención ante acontecimientos contaminantes, las sanciones a los desalmados armadores, y las ayudas a esas zonas dejadas de la mano de Dios, sólo lleguen después de una desgracia de las proporciones del «Prestige», el «Venamagna» o el «Spabunker IV». Qué pena haber tenido que sufrir... Mar Correa, ABC
RESUMEN Mar Correa, en un artículo publicado en
el diario ABC, reflexiona sobre algunas consecuencias posteriores a
la catástrofe ecológica del Prestige. Porque de modo paradójico se
produce el hecho de que gracias a dicho desastre las autoridades del
gobierno español y las del gobierno andaluz han sabido evitar otra
catástrofe ecológica en la bahía de Algeciras, a causa del
hundimiento de una gabarra que también estaba cargada de fuel o de
productos tóxicos. Sin embargo, la autora del artículo se lamenta
que las medidas adoptadas contra la degradación medioambiental, la
contaminación y los armadores desalmados sea fruto de catástrofes
anteriores, como la del Prestige, y no por una verdadera actuación
consciente por parte de las autoridades.
COMENTARIO DEL TEMA Y DE
LA ORGANIZACIÓN DE IDEAS DEL TEXTO
Este artículo periodístico de Mar Correa trata el tema de la
prevención y lucha contra los desastres ecológicos; más
concretamente, la paradoja de que la catástrofe del Prestige haya
servido para evitar otro desastre ecológico en la bahía de
Algeciras.
El tema ya señalado se organiza en el texto según la estructura típica de los textos argumentativos y de la mayoría de los artículos de opinión que suelen aparecer publicados en los periódicos:
# INTRODUCCIÓN (tres primeras líneas del texto). La autora señala el tema que va a tratar en el artículo:
> Por raro que parezca la catástrofe del Prestige ha tenido consecuencias positivas
# DESARROLLO (resto del primer párrafo y párrafo segundo). La autora expone sus argumentos acerca del tema señalado en la introducción:
> Gracias al Prestige los políticas del gobierno central y del andaluz han sabido tomar las medidas oportuna para evitar otra catástrofe en Algeciras (últimas líneas del primer párrafo)
> Gracias al Prestige, se ha sabido actuar a tiempo para evitar la destrucción de la fauna y flora de la costa de la bahía de Algeciras. También ha habido suerte, porque la gabarra hundida no ha vertido fuel en el mar (párrafo segundo)
# CONCLUSIÓN (último párrafo). La autora cierra el artículo con una idea o argumento que sirve de conclusión o tesis final del artículo:
> Lo lamentable en todo este asunto es que hayan sido varias catástrofes ecológicas las causantes de que, por fin, se dedique la atención debida a la lucha contra la contaminación y la degradación del medioambiente
El tema ya señalado se organiza en el texto según la estructura típica de los textos argumentativos y de la mayoría de los artículos de opinión que suelen aparecer publicados en los periódicos:
# INTRODUCCIÓN (tres primeras líneas del texto). La autora señala el tema que va a tratar en el artículo:
> Por raro que parezca la catástrofe del Prestige ha tenido consecuencias positivas
# DESARROLLO (resto del primer párrafo y párrafo segundo). La autora expone sus argumentos acerca del tema señalado en la introducción:
> Gracias al Prestige los políticas del gobierno central y del andaluz han sabido tomar las medidas oportuna para evitar otra catástrofe en Algeciras (últimas líneas del primer párrafo)
> Gracias al Prestige, se ha sabido actuar a tiempo para evitar la destrucción de la fauna y flora de la costa de la bahía de Algeciras. También ha habido suerte, porque la gabarra hundida no ha vertido fuel en el mar (párrafo segundo)
# CONCLUSIÓN (último párrafo). La autora cierra el artículo con una idea o argumento que sirve de conclusión o tesis final del artículo:
> Lo lamentable en todo este asunto es que hayan sido varias catástrofes ecológicas las causantes de que, por fin, se dedique la atención debida a la lucha contra la contaminación y la degradación del medioambiente
COMENTARIO crítico
La catástrofe medioambiental que el Prestige provocó en las costas
gallegas es un ejemplo de la forma como la civilización humana puede
destruir la naturaleza. No sólo fue el accidente del hundimiento del
barco, a causa de una tempestad en el mar, no sólo fue que el
petrolero debería haber ido al desguace mucho tiempo antes, pues no
cumplía las condiciones legales mínimas por viejo y defectuoso, no
fue sólo que lo llevaron mar adentro para que allí se hundiera
dañando menos al litoral gallego, lo que resultó un gigantesco
error ya que el remedio causó peores efectos que la enfermedad; sino
también el lamentable espectáculo de los políticos gobernantes
tratando de justificar lo injustificable y mintiendo a la opinión
pública.
Únicamente la movilización del pueblo gallego, y la intervención solidaria de las gentes de otras comunidades autónomas y las ONGs resultaron una nota positiva que contribuyó a disminuir los daños provocados y a intentar recuperar en lo posible el ecosistema de las costas gallegas.
Entonces se produjo, una vez más, el conmovedor fenómeno de la solidaridad entre las gentes, de pueblo liso y llano: andaluces, extremeños, catalanes, vascos... que acudieron a la Costa de la Muerte para ayudar a las tareas de limpieza de las playas, etc. Y digo conmovedor fenómeno de solidaridad, porque esta actuación fraternal se repite, cuando desgraciadamente sucede algún desastre o calamidad. Viene a mi memoria los ejemplos de humanitaria ayuda, de cariño y de compartir dolor y sufrimiento durante los atentados del Once de Marzo en Madrid. Toda España, independientemente de la comunidad autónoma, de las clases sociales, de la posición social, de que los ciudadanos fueran naturales del país o inmigrantes se dolió, lloró y apoyó en todo lo necesario para paliar los trágicos efectos de los atentados.
Lo único lamentable en todo esto es que la autora del artículo lleva razón. Hace falta que ocurra una calamidad, una catástrofe, una tragedia infernal para que las autoridades, para que los gobernantes decidan adoptar medidas de prevención, a solucionar problemas que no se hubieran producido si se hubieran tomado los acuerdos políticos y legislativos pertinentes.
Únicamente la movilización del pueblo gallego, y la intervención solidaria de las gentes de otras comunidades autónomas y las ONGs resultaron una nota positiva que contribuyó a disminuir los daños provocados y a intentar recuperar en lo posible el ecosistema de las costas gallegas.
Entonces se produjo, una vez más, el conmovedor fenómeno de la solidaridad entre las gentes, de pueblo liso y llano: andaluces, extremeños, catalanes, vascos... que acudieron a la Costa de la Muerte para ayudar a las tareas de limpieza de las playas, etc. Y digo conmovedor fenómeno de solidaridad, porque esta actuación fraternal se repite, cuando desgraciadamente sucede algún desastre o calamidad. Viene a mi memoria los ejemplos de humanitaria ayuda, de cariño y de compartir dolor y sufrimiento durante los atentados del Once de Marzo en Madrid. Toda España, independientemente de la comunidad autónoma, de las clases sociales, de la posición social, de que los ciudadanos fueran naturales del país o inmigrantes se dolió, lloró y apoyó en todo lo necesario para paliar los trágicos efectos de los atentados.
Lo único lamentable en todo esto es que la autora del artículo lleva razón. Hace falta que ocurra una calamidad, una catástrofe, una tragedia infernal para que las autoridades, para que los gobernantes decidan adoptar medidas de prevención, a solucionar problemas que no se hubieran producido si se hubieran tomado los acuerdos políticos y legislativos pertinentes.
COMENTARIO DE UN TEXTO
NARRATIVO
Fragmento de Campos
de Níjar (Juan
Goytisolo)
“— En su país debe
llover. Siempre he querido ir a un país donde haya lluvia, pero
nunca lo he hecho y ahora... Está ya duro el alcacer para
zampoñas...
Las palabras salen
difícilmente de sus labios y mira absorto a su alrededor.
— Aquí han pasado años
y años sin caer una gota, y mi mujer y yo sembrando cebada como
estúpidos, esperando algún milagro... Un verano se secó todo y
tuvimos que sacrificar las bestias. Un borrico que compré al acabar
la guerra se murió también. No se puede imaginar lo que fue
aquello...
La llanura humea en torno a
nosotros. Una bandada de cuervos vuela graznando hacia Níjar. El
cielo sigue imperturbablemente azul. El canto de las cigarras brota
como una sorda protesta del suelo.
— Nosotros sólo vivimos
de las tunas. La tierra no da para otra cosa. Cuando pasamos hambre
nos llenamos el estómago hasta atracarnos. ¿Cuántas dijo que se
comía usté?
— No sé, docenas.
— En casa hemos llegado a
tomar centenares. El año pasado, antes de que mi mujer cayera
enferma, le dije: “Come, haz igual que yo, a ver si reventamos de
una vez”, pero los pobres tenemos el pellejo muy duro.
El viejo parece
verdaderamente desesperado y, como hace ademán de levantarse y
escapar, me incorporo también.
— ¿A cuánto las vende
usted?--digo.
El viejo vuelca las tunas
por el suelo y se mira las alpargatas
— No se las he vendido.
Se las he regalado.
Torpemente saco un billete
de la cartera.
— Es una caridad-- dice
el viejo enrojeciendo--. Me da usté una limosna.
— Es por las tunas.
— Las tunas no valen
nada. Déjeme pedirle como los otros.
Por la carretera pasa una
motocicleta armando gran ruido. El viejo alarga la mano y dice:
— Una caridad por amor de
Dios.
Cuando reacciono ha cogido
el billete y se aleja muy tieso con el cenacho, sin mirarme”.
RESUMEN
Se trata de un
fragmento narrativo de la obra de Juan Goytisolo titulada Campos
de Najar donde se
narra en primera persona una conversación entre un viajero-narrador
y un aldeano o campesino nijareño. En primer lugar el aldeano
informa al viajero de sus circunstancias familiares, económicas,
sociales e, incluso, de su alimentación. A continuación, se produce
un acto peculiar por el que el aldeano ofrece al narrador tunas o
higos chumbos, y el viajero cree que le está vendiendo las tunas,
cuando en realidad se las regala; aunque eso sí, el campesino acepta
una “limosna” como auxilio a su pobre situación económica.
COMENTARIO DEL TEMA Y DE
LA ORGANIZACIÓN DE IDEAS DEL TEXTO
El tema principal de este fragmento narrativo es la pobreza social y
económica de la comarca de Najar, que obliga a sus habitantes a
emigrar o a malvender higos chumbos.
Aunque el episodio narrado
está incompleto (falta su inicio), presenta una ordenación
cronológica o temporal de los hechos narrados:
1) El aldeano informa al
narrador de sus circunstancias familiares, económicas, sociales…
Así, el lector descubre que el aldeano es una persona de edad madura
que por sus años no puede emigrar (seguramente a Cataluña), que la
sequía permanente de la comarca ha arruinado su siembra de cebada y
les ha obligado a sacrificar sus burros; y que, finalmente, sólo se
alimentan de las tunas o higos chumbos.
2) El aldeano ofrece
indirectamente higos chumbos al viajero, el cual acepta el
ofrecimiento y está dispuesto a comprarle unas cuantas tunas. El
lugareño aclara al narrador que no se trata de una compraventa de
higos chumbos, sino que el dinero recibido es en concepto de limosna.
3) A modo de conclusión o
desenlace de este fragmento narrativo, se narra cómo el aldeano se
aleja del lugar en cuanto ha recibido el dinero.
COMENTARIO crítico
(Esbozado brevemente)
Juan Goytisolo es un destacado
novelista español de mediados de los años 50 del siglo XX y Campos
de Níjar constituye
un “libro de viajes” escrito en estos años, precisamente. De
modo que refleja la situación social, económica, política y humana
que vivían la provincia de Almería y España en plena época del
franquismo (dictadura, represión, aislamiento internacional…). El
autor nos presenta una Almería sumida en la pobreza material y
cultural, cuyos habitantes se ven obligados a la dura supervivencia
en un medio que apenas si daba para subsistir con hambre y carestía
o, por el contrario, a la emigración casi forzosa, para buscar en
otras tierras lo que aquí no se podía encontrar.
Así el lector ve cómo un
viejo aldeano ha perdido su cosecha de cebada y sus burros, y cómo
se ha arruinado de manera que sólo se alimenta de higos chumbos, que
también malvende por unas pocas monedas. Sin embargo, este aldeano
tiene su dignidad y orgullo; él afirma que no vende los higos
chumbos sino que los regala, porque sólo vive de la limosna, de lo
que otros le dan por caridad. Y es que las tunas o higos chumbos son
tan poca cosa que casi no vale la pena venderlos a la gente.
Otros almerienses (igual que
muchos andaluces, extremeños, gallegos…) se veían condenados a
emigrar normalmente a Cataluña, Alemania o Suiza. Y en estos lugares
de destino trabajaban en fábricas, talleres o en andamios para
ahorrar algún dinero y poder regresar a la tierra de origen con lo
mínimo para empezar una nueva vida; aunque también había muchos
emigrantes que decidían permanecer definitivamente en la tierra
nueva que los había acogido. En este sentido hay una excelente y
reciente película titulada “Un franco, catorce pesetas” que
refleja esta situación tan típica de la España de los años 50 y
60.
Por otra parte, este fragmento
contrasta grandemente con la situación social y económica que vive
Almería (y buena parte de España) en los primeros años del siglo
XXI. Así, ahora abundan los invernaderos, las extensiones agrícolas
explotadas industrialmente y cuyos productos se venden en todo el
estado español y se exportan a Europa y América. Esto ha generado
cierta prosperidad económica y la presencia de numerosos
inmigrantes: magrebíes, lituanos, rumanos, sudamericanos… que
suelen verse en los campos y tierras almerienses.
A partir de aquí se puede
comentar la situación de los inmigrantes en Almería o qué es lo
que fuerza a las personas a emigrar, etc.
TONTA.
No más muertes por petróleo. Ahora, cuando la oposición a la directiva de retorno ha convertido a tantos europeos en ingenuos desinformados y en demagogos irresponsables, recuerdo estas palabras, no más muertes por petróleo, escritas en todos los idiomas y coreadas por personas que, hace algunos años, merecieron las mismas descalificaciones por parte de quienes asumieron, con plena información y responsabilidad, la bienintencionada iniciativa de una guerra. Y lo recuerdo ahora porque, por fin, Irak ha puesto a disposición de las multinacionales de Occidente sus reservas de petróleo, las terceras en importancia del planeta, en plena crisis energética. No más muertes por petróleo.
A mí, lo que me gustaría de verdad es ser tonta. Creer que Bush creía que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva. Creer que Aznar y Blair le acompañaron en su buena fe. Creer que la situación en Irak es hoy mejor que antes. Creer que la liberalización del petróleo iraquí no tiene nada que ver ni con la guerra de entonces ni con la paz de ahora, esa paz repleta de bombas, de hambre, de miseria, de suicidas, de epidemias, de viudas, de huérfanos, de muertes, y muertes, y más muertes sin fin, en la que los generales estadounidenses se afirman con orgullo victoriosos. De verdad que me gustaría creérmelo, aunque sólo sea porque Repsol es una de las empresas que van a competir por el sangriento botín de aquella cruzada emprendida a favor de la democracia y los derechos humanos del pueblo iraquí.
No más muertes por petróleo. Ahora, cuando la oposición a la directiva de retorno ha convertido a tantos europeos en ingenuos desinformados y en demagogos irresponsables, recuerdo estas palabras, no más muertes por petróleo, escritas en todos los idiomas y coreadas por personas que, hace algunos años, merecieron las mismas descalificaciones por parte de quienes asumieron, con plena información y responsabilidad, la bienintencionada iniciativa de una guerra. Y lo recuerdo ahora porque, por fin, Irak ha puesto a disposición de las multinacionales de Occidente sus reservas de petróleo, las terceras en importancia del planeta, en plena crisis energética. No más muertes por petróleo.
A mí, lo que me gustaría de verdad es ser tonta. Creer que Bush creía que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva. Creer que Aznar y Blair le acompañaron en su buena fe. Creer que la situación en Irak es hoy mejor que antes. Creer que la liberalización del petróleo iraquí no tiene nada que ver ni con la guerra de entonces ni con la paz de ahora, esa paz repleta de bombas, de hambre, de miseria, de suicidas, de epidemias, de viudas, de huérfanos, de muertes, y muertes, y más muertes sin fin, en la que los generales estadounidenses se afirman con orgullo victoriosos. De verdad que me gustaría creérmelo, aunque sólo sea porque Repsol es una de las empresas que van a competir por el sangriento botín de aquella cruzada emprendida a favor de la democracia y los derechos humanos del pueblo iraquí.
Claro
que, quizás, ni siquiera la estupidez sería suficiente. Porque
hasta si yo fuera tonta, pero tonta de remate, me preguntaría cómo
es posible que los libertadores de un pueblo oprimido lo arrasen
primero para arrebatarle su riqueza después. Y eso me convertiría
en una ingenua desinformada, una demagoga tan irresponsable como si
fuera lista.
Almudena Grandes.
Almudena Grandes.
PASO
A LAS MUJERES.
Por primera vez en la historia, España tiene más mujeres que hombres con título universitario. Este dato barre muchos prejuicios, pero no garantiza por sí solo el fin de la discriminación, puesto que siguen teniendo menos oportunidades que los hombres para acceder a las mismas ocupaciones. En todo caso, estamos ante una revolución silenciosa y rápida: en diez años se ha duplicado hasta el 13,9% la proporción de mujeres con estudios universitarios, según el Instituto Nacional de Estadística. El avance entre los hombres ha sido menor: del 8,3% al 13,2%.
Por primera vez en la historia, España tiene más mujeres que hombres con título universitario. Este dato barre muchos prejuicios, pero no garantiza por sí solo el fin de la discriminación, puesto que siguen teniendo menos oportunidades que los hombres para acceder a las mismas ocupaciones. En todo caso, estamos ante una revolución silenciosa y rápida: en diez años se ha duplicado hasta el 13,9% la proporción de mujeres con estudios universitarios, según el Instituto Nacional de Estadística. El avance entre los hombres ha sido menor: del 8,3% al 13,2%.
Las
mujeres se forman más, y a menudo mejor. Alcanzan mayor éxito en
los estudios: seis de cada diez graduados son mujeres. Quieren
trabajar, tener autonomía. Por eso se ha duplicado en veinte años
la población activa femenina. Sin embargo, encuentran más
dificultades que los hombres para alcanzar sus metas profesionales.
El paro femenino casi duplica al masculino. Y son mujeres la mayoría
de los ciudadanos con contratos precarios. Resulta sumamente
revelador que en los puestos a los que se accede por oposición, como
la judicatura, las mujeres tengan más oportunidades que en la
contratación más personalizada del sector privado.
En
el ámbito de la empresa, las trabajadoras se sienten obligadas a
muchas renuncias, empezando por la maternidad, para poder hacer una
carrera profesional. Con empleo público o privado, la desigualdad se
mantiene al volver a casa: la doble jornada femenina resta
posibilidades de formación continua que suelen tener los hombres y
de la que depende en gran parte la promoción profesional. En un país
que estrena el primer Consejo de Ministros paritario, las
mujeres son una ínfima minoría en los consejos de
administración.
Editorial El País.
Editorial El País.
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