domingo, 10 de marzo de 2013

José María Rubio Valdivia



EL BUEN VINO


Corría el año mil ochocientos sesenta, y en una vieja taberna de Almagro, se reúnen un grupo de personas deseosas de ver el comienzo de la obra de teatro que va a ser representada en el Corral de Comedias de esta ciudad. Algunos personajes aprovechan la espera bebiendo y conversando sobre la situación económica del país, argumento de la obra que irán a ver en unos instantes.

 


PERSONAJES:



Don Diego de Mendoza (D): veterano soldado de los Tercios de Flandes de cincuenta y tres años de edad, con bastante genio, delgado, alto, con cabello y barba canosa.

José María de Mendoza y Aguilar (JM): hijo y escudero de Don Diego de Mendoza, joven, alto y contrario a las estrictas ideas de su padre.

Don Fernando de Alcalá (F): director de la obra de teatro que va a ser representada, un hombre mayor, de piel rojiza, entrado en carnes pero elegante en su indumentaria.

Juan Aguirre (JA): dueño y camarero de la taberna, sumamente feo, bizco y sin apenas dientes.


JM - ¡Más vino! ¡Más vino camarero!

D – Eso, bebamos. En esta taberna se bebe el mejor vino de toda La Mancha.

 JA – Gracias señor, por su bondad. Aquí tienen vuestras copas de vino, ¡qué las disfruten!

F – Señores no pueden beber tanto. Si quieren estar en condiciones para ver mi magnífica obra de teatro, no deben estar ebrios (exclamó con voz temblorosa)

JA – No se preocupen señores, este vino es de buena calidad, aviva el espíritu y sosiega el mal humor.

F – Beban lo necesario para poder ver mi espectáculo con buen humor, compañeros.

JM – Caballeros no se precipiten, llevamos demasiado tiempo en la taberna bebiendo, sin comer nada.

D – Aun queda una hora para el comienzo, y le prometí a mi  buen amigo  Don Fernando que celebraríamos su éxito.

JM – Por eso padre, ¿no cree usted que sería mejor celebrarlo después?

D – A un curtido veterano de guerra, ni tu ni nadie le tiene que decir lo que ha de beber (dijo Don Diego con voz potente). Pero tienes razón, mejor comeremos algo.

JA – No se preocupen le traeré algo para picar.

F – Estoy preocupado, mis actores deben pensar que me ha pasado algo, pues ya tenía que estar con ellos en el corral preparando mi estreno.

JM – Por cierto, Don Fernando, la obra ¿es una crítica a la situación actual del país?

F – Cierto caballero, desafortunadamente ridiculiza la mala situación económica que vivimos.

D – (Un poco ebrio) ¡Mala situación económica!, con toda la riqueza que está entrando del Nuevo Mundo, ¡no me lo puedo creer!

F – Precisamente por eso señor. Vienen riquezas que se pierden por la mala gestión de nuestros gobernantes. En la obra se representa a nuestro rey como un hombre corrupto y ridiculizado.

JM - ¿No tendrán problemas con la justicia?

F – No creo, pues todo se cuenta de forma irónica.

D – (cada vez más ebrio) Ridiculiza al rey, poniéndose una jarra en la cabeza como corona.

JM - ¡Padre! ¿qué está haciendo? ¡Un poco de respeto a la obra y sus personajes!

F – No pasa nada, más burlas verán en ella.

JA – Aquí tiene señores, un asado de cordero ¡Espero que sea de su agrado, ha sido cocinado por mi señora!

D - ¡Mmmm, que buena pinta! ¡más vino, por favor!

F - ¡Eso, más vino!

JM - ¡Señoreeees! ¡Que se están animando con la bebida!

D - ¡No pasa nada! ¡Como dice el tabernero, este vino aviva el espíritu!

F - ¡Ojalá pudiera estar aquí el rey en persona para poder beber con nosotros! ¡Se le olvidarían las preocupaciones!

JM - ¡Sí, e iría el país mejor!

JA – Señores será mejor que vayan terminando, se acerca la hora del estreno.

D - ¡Qué empiecen sin nosotros!

F – ¿Se han dado cuenta de lo feo que es el tabernero? (dijo en voz baja).

JM - ¡Podría ser un personaje de su obra!

D – ¡Si el rey! (exclamó Don Diego volviéndose a poner la jarra de vino en la cabeza).


José María Rubio Valdivia 3ºD

1 comentario:

  1. No sé si estaba en tu ánimo hacer una "comparación " con los tiempos actuales; si fuese así, habrías estado muy agudo.
    Es demasiado corta; daba para algo más.
    La fecha en la que ambientas la escena es bastante posterior al período de auge de los corrales de comedia( siglos XVI-XVII).
    Me ha gustado la introducción y la descripción de los personajes.
    No hay que poner en las acotaciones "dijo"
    He echado en falta un uso del lenguaje más adecuado al carácter de los personajes (pendenciero, altivo, de un soldado rudo) y de la época (vos...)
    NOTA: 8,5

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