sábado, 8 de diciembre de 2012

Alicia de Carranzza (Trabajo trimestral de lengua, Marta Lopez 3ºD)


                                         ALICIA DE CARRANZZA

Invierno de 1416, Florencia (Italia)

  En Florencia se encontraba el palacio de Bretccio, donde habitaba la familia noble de los Carranzza. Habían perdido toda su fortuna, por lo que depositaban todas sus esperanzas en Alicia, la hija mayor, que debía casarse con un joven noble de buena familia, del que ella heredara su fortuna para así sacar a los Carranzza de la trágica situación en la que se encontraban.

  Alicia fue la primera de las tres hijas de los Carranzza en nacer, por lo tanto era la mayor, la que tendría que asumir mayores responsabilidades y cumplir las ordenes de sus superiores aunque no estuviera de acuerdo. Alicia tenía dieciséis años, Petrona (la hija mediana) catorce años, y Bretti (la hija pequeña) once.

  Alicia era totalmente distinta de sus dos hermanas , ella era una apasionada de la música, la pintura y el arte, le encantaba leer y pasar tiempo con los campesinos del pueblo, era muy buena y humilde, se pasaba horas y horas escuchando atentamente las historias que le contaban el panadero del pueblo,el frutero, el herrero... Cosa que a su madre no le gustaba. Quería que fuera como sus otras hermanas, que se comportase como una noble, vistiera y hablara refinadamente, porque su madre pensaba que daba muy mala imagen a la familia, que una hija suya se paseara con campesinos, decía que así nunca encontraría un buen marido. Pero Alicia no hacía caso de su madre.

  Un día que Alicia paseaba por el pueblo, se detuvo ante una casa que le llamo mucho la atención, esa casa tenia escrito encima del marco de la puerta, “Casa de los Martinelly” con una caligrafía muy cuidada y trabajada, cosa que le sorprendió, puesto que muy pocos campesinos sabían leer y escribir. Estuvo un buen rato plantada de pie ante la casa observando la caligrafía, hasta que escuchó murmullos que provenían de una habitación de la casa, avanzó lentamente hacia la ventana de esa habitación, mientras observaba a un chico en su interior, que estaba discutiendo con un hombre, que ella dedujo que era su padre. Se aparto rápidamente de la ventana, para que no pudieran verla, no quería que la mal interpretaran y pensaran que intentaba robar, esperó a que el padre saliera de la habitación, para apoyarse sobre el marco de la venta, y mientras observaba al chico que estaba de espaldas a ella pintando una especie de enredadera en la pared blanca, dijo:

-¿Sois vos el dueño de esa hermosa caligrafía?

  El chico se asustó, no esperaba que nadie fuera a hablar con él en ese momento. Se dio la vuelta y respondió:

+Sí, es mía, ¿quien sois vos, y que hacéis en mi ventana?

  Alicia se disculpo, no quería asustar a nadie ni causar ninguna molestia, solo quería observar.

-Soy Alicia de Carranzza, no he podido evitar pararme ante vuestra casa, no pretendía molestaros, dibujáis muy bien, ¿puedo saber cual es vuestro nombre?

  El chico sonrió, se paso la mano por su pelo y se quedo mirándola un rato, y después respondió:

+Gracias, soy Carson Martinelly, me dedico a esto, me gano la vida pintando y esculpiendo.

  Alicia sonrió y apartó la mirada, le inquietaba que Carson la mirara con esos ojos tan azules, y disimuladamente, miró hacia la pintura que había tras él, se aparto de la ventana y se giró, dio un paso hacia delante y sutilmente se giró de medio lado y dijo:

-Me ha encantado conoceros Carson, pero ahora he de irme, mi madre me espera en palacio, nos volveremos a ver, estoy segura. Sonrió y prosiguió su camino.

  Carson se quedo unos segundos mirando como se alejaba la chica, estaba un poco confuso con lo que le acababa de decir, entonces.... ¿era cierto que volverían a verse?¿de verdad le gustaba a esa joven noble como pintaba? No tenia ni idea, asi que dejó de pensar y siguió trabajando, no quería volver a discutir con su padre.

  Mas tarde en palacio, Petrona y Bretti estaban con su madre y su padre en el salón, Alicia subió rápido a sus aposentos, pues no quería que sus hermanas la interrogasen para ver donde había estado, cerró la puerta y se tumbó en la cama, miraba al techo pensativa... decidió que mañana volvería a casa de Carson, quería pedirle que le enseñara a pintar.

  Al día siguiente, Alicia se había quedado dormida, su madre la esperaba en la cocina, debía desayunar he ir con ella a montar a caballo, porque se acercaba el día de la virgen de la cosecha, y tenia que aprender a montar a caballo para aparecer en el desfile ante el pueblo. Así que se puso rápidamente las ropas de montar, peinó su pelo rubio y rizado para recogerlo en una coleta, se lavó la cara y bajó las escaleras hasta la cocina, allí estaba su madre, sentada en la mesa sola ante un cuenco, cuando la vio entrar sonrió, a pesar de que Alicia había llegado tarde no se molestó.

-Buenos días madre, siento haberle hecho esperar, me quedé dormida.
+Buenos días hija mía, no te preocupes, me lo había imaginado, sientate y desayuna en veinte minutos partimos hacia los establos.

  Dos horas más tarde, después de montar a caballo con su madre, volvieron a palacio. Alicia le dijo a su madre que iba a salir a buscar unas flores para sus hermanas porque sabía que le gustaban y quería hacerles un regalo. Acababa de mentirle, puesto que si se enterase que ella quería aprender a pintar bajo las enseñanzas de un campesino, no la dejaría salir de palacio.

  Carson estaba en la misma habitación que la ultima vez, ya había avanzado bastante con la pintura.

-Hola Carson.
+Buenas días Alicia, no mentiste cuando dijiste que volveríamos a vernos. Sonrió.
-Soy mujer de palabra. Vaciló -He venido a hacerte una propuesta. Vas a enseñarme a pintar.
+Mas que una propuesta... parece una orden.
-Puedo pagarte. Susurró
+No quiero vuestro dinero, esta bien, seréis mi aprendiz, venid esta tarde a las cinco, y procurad no tardar.

  Alicia emocionada, le dio las gracias y aseguró que sería puntual, estaba deseando que llegaran las cinco para empezar a aprender...

  Han pasado dos años desde que que Alicia y Carson se conocieron y empezaron a pintar juntos. Alicia hacía de modelo para algunos cuadros y esculturas que Carson hacía para ganarse la vida, a cambio ella aprendía nuevas técnicas de dibujo y a apreciar el arte tanto como Carson. Podría decirse que se habían convertido en muy buenos amigos.

  Un día Alicia llego a su casa, y su madre la estaba esperando en el salón, sentada en un sillón rojo, con una sonrisa de oreja a oreja, y su padre estaba de pie detrás de su madre apoyando los brazos sobre el respaldo del sillón.

+Ven hija, sentaos, tu padre y yo queremos hablar contigo.

  Alicia un poco extrañada se sienta en una silla delante de su madre y escucha lo que le quieren decir.
+Nos ha llegado una carta del Papa, y en ella nos comunica que la familia noble de la Cruz, quiere concertar matrimonio contigo, nuestra hija, y su hijo Rodrigo de la Cruz, noble de buena planta, rico y poseedor de grandes tierras. ¿Alicia te das cuenta de lo que significa esto para nosotros? ¡Vas a casarte! Por fin vamos a salir de esta trágica situación, vas a adquirir sus fortunas.

  Alicia se queda callada, no responde, y mira fijamente a su padre , ella no quiere casarse con Rodrigo de la Cruz en una boda concertada, y busca una solución en los ojos de su padre, pero se da cuenta que su padre esta tan de acuerdo e ilusionado como su madre, así que se levanta sin decir nada y sale corriendo del salón, pega un portazo con la puerta, sale de palacio con la cara llena de lágrimas, y corre por las calles entre los campesinos de camino a casa de Carson, esperando que el pueda ayudarla.

  Alicia entra en la casa de Carson y se tira de rodillas en el suelo ante él, que estaba en la habitación terminando una escultura.

+¡Alicia!¡Porque lloráis!

  Alicia no podía responder, le faltaba el aire al hablar y las lágrimas caían por sus mejillas. Carson intento tranquilizarla, la sentó en una silla, le trajo un vaso de agua y la envolvió en una manta, se estaba haciendo de noche y empezaba a hacer frío.

+Alicia, ¿vais a contarme el porque de esas lágrimas?

-Carson, mis padres quieren concertarme un matrimonio con Rodrigo de la Cruz...

Carson se quedó callado, no esperaba esa respuesta.

-Yo no quiero tener un matrimonio concertado, pero mis padres desean que contraiga matrimonio con él, porque tiene dinero y es poderoso, y mis padres lo necesitan, no les importa lo que yo quiera, solo quieren salir de la mala situación económica en la que nos encontramos. Ayudame Carson....

  Alicia se apoyó en su hombro y una lágrima le caía por el rostro, no podía hacerse a la idea de que iba a casarse con alguien que ni siquiera conocía, Carson puso la mano en su cabeza y le revolvió su pelo, los dos estaban callados, sin decir nada.

  Alicia se quedo dormida, Carson la cogió en brazos y la tumbó en su cama, él no durmió en toda la noche, se sentó en una silla viendo como Alicia dormía, mientras pensaba como poder ayudarla, era su amiga, no podía dejar que sus padres, solo por el hecho de ser una familia noble, le arruinaran la vida a su hija.

  Los primeros rayos de luz empezaron a aparecer, Carson seguía sin dormir, se levantó de la silla y preparó el desayuno, mas tarde Alicia se despertó, tenía el pelo revuelto y estaba pálida.

+Buenos días...
-Buenos días Carson... Dijo Alicia con mucha desgana.
+¿Como estáis hoy? ¿Dormisteis bien?

-Oh Carson! Siento haberme quedado dormida en vuestra casa y haberos molestado, son mis problemas y tengo que asumirlos, no tengo otra opción,el Papa así lo ha dicho y así tendrá que ser, no tenía que haberte metido a ti en esto...

+No tenéis que preocuparos, habéis hecho bien, ¿somos amigos no?, ya se que sois de familia noble y yo solo soy un pobre y humilde campesino que se gana la vida vendiendo cuadros y esculturas y a mi no me van a escuchar por mucho que alce la voz, pero voy a intentar ayudarte sea como sea.

  Dijo Carson muy firmemente, tanto que Alicia no pudo evitar llorar.

+Ahora volved a casa, tus padres deben de estar preocupados buscándoos, no saben donde habéis pasado la noche.

-De acuerdo Carson..., os agradezco todo lo que hacéis por mi, sois un buen amigo, y para mi no sois un simple campesino, mas bien os considero de la realeza. Bromea.

  Alicia sonríe y sale de casa de Carson, se dirige a palacio, por el camino ,se arregla el pelo y se aparta las lágrimas de la cara, no quiere que sus padres la vean llorar, entra en palacio y ve a sus dos hermanas sentadas en la escalera escuchando lo que hablaban en el salón, al parecer había visita.

+!Alicia! !Alicia! ¡La familia de la Cruz y el Papa han venido a veros! Padre no nos deja estar ahí con ellos pero hemos escuchado todo lo que dicen, madre les ha dicho que estabais durmiendo, esta muy preocupada, no ha dormido en toda la noche, corred, subid a cambiaros, Bretti y yo avisaremos a madre de que has vuelto. Dijo Petrona muy apurada.

  Alicia subió muy rápido las escaleras y no pudo evitar tropezar con algunos escalones, llegó a su cuarto, se puso un vestido muy bonito de seda que le regalo su madre,y que nunca había llegado a estrenar, se soltó el pelo, se peino y se empolvo un poco la cara. En ese momento entró su madre en la habitación, se quedó mirándola callada y tardó en reaccionar, no esperaba encontrársela así, la abrazó y le dijo que en la vida había que tomar decisiones muy duras, y que no siempre serían de nuestro agrado, pero es lo mejor para ti y para todos, no siempre es bueno lo que uno quiere, y que sentía mucho tener que obligarla a casarse. Alicia no respondió se quedó callada mirándola conteniéndose las lágrimas.

-Vamos madre, no les hagamos esperar más.

  Alicia y su madre bajaban las escaleras y al llegar a la entrada se encontraron que Carson estaba allí, con un cuchillo enorme en la mano, y un gran rastro de sangre que llevaba hasta el salón, junto a Carson estaban sus hermanas y su padre y en el salón la familia Cruz y el Papa, Alicia se quedó fijamente mirando a Carson, que en susurros le decía:

  “ Mi vida no vale nada, merezco morir por lo que he hecho, pero no hay vuelta atrás, vos no os merecíais eso, no me arrepiento de nada, me ha encantado haberos conocido y de ser vuestro amigo, ahora no tenéis que casaros con alguien a quien no amáis, os he librado de eso, puede que no de la forma que vos queríaiss, solo e intentado ayudaros, solo eso....”

  Alicia estaba asustada, su corazón le latía tan rápido que parecía salirse de su pecho, se dirigió corriendo al salón, abrió la puerta y... allí estaban, la familia Cruz, mujer y esposo, con la mirada clavada en su hijo, que estaba tirado en el suelo, tenia puñaladas en la espalda, Carson lo había matado, mas allá, junto a la ventana estaba el Papa sentado en una silla, no se había inmutado, tenía un rostro inexpresivo.

  Alicia al ver eso no pudo evitar llorar, se sentó en el suelo apoyada contra la puerta y gritó:

-¡Como habéis hecho esto! ¡Os dais cuenta de que ahora os mataran!, no debí pediros ayuda, era mi problema, y ahora acabaran con vos,¡ Cómo has podido hacerlo!

  Carson empezó a llorar nerviosamente, respiraba muy rápido y no parecía el mismo.

+Alicia solo intentaba ayudaros, no tuve otra opción, iban a casaros con él y no podía permitirlo, yo solo quería lo mejor para vos.

  Unos segundos después entró la guardia y detuvo a Carson, se lo llevaron a los calabozos, y el Papa ordenó ahorcar a Carson por el asesinato que había cometido.

  Dos días después, a las doce del medio día, Alicia fue a hablar con él por última vez a los calabozos, Carson estaba metido en una celda, desaliñado, con el pelo revuelto y la barba rasgada. Se levantó y se quedaron mirando fijamente, Alicia no podía evitar mirar sus ojos azules, y ahí se dio cuenta de porqué Carson había matado a Rodrigo de la Cruz,estaba enamorado de ella. Carson puso su mano en la cara de Alicia, y una lágrima caía por sus mejillas rosadas, lo único que se escuchó fue un “lo siento” que Carson dijo, después Alicia se fue sin decir nada.

  Unos minutos más tarde, llegó la hora, la plaza estaba repleta, y todo el mundo estaba pendiente de Carson y de la horca, la familia Carranza estaba en primera fila y con ellos Alicia.

  Carson estaba subido en un taburete, las lágrimas salían de sus ojos, y con la mirada clavada en Alicia, sus ultimas palabras fueron:
Nos volveremos a ver amiga mía, estoy seguro, soy un hombre de palabra...”




1 comentario:

  1. Es un buen relato, pero hay algunas cosas que me gustaría comentar:
    - Pones pocos puntos y seguido. Cada acción, aunque pretendas dar dinamismo a la narración debe estar marcada por signos de puntuación
    - rayas de diálogo, no cruces.
    - Usa el corrector ortográfico y evitarás faltas cono la ausencia de muchas tildes, o poner He, en lugar de e, conjunción copulativa.
    _Hay cierto lío en el uso de los tiempos verbales: lo mismo narras en presente, lo cual está bien, como en la misma secuencia narrativa usas el pretérito imperfect o el pretérito perfecto simple.
    Me gustan sobre todo las descripciones referentes a los estados de ánimo o sentimientos de los personajes.
    NOTA:9

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