viernes, 7 de diciembre de 2012


EL INCREIBLE REY AGAPITO

Hace muchos, muchos años sobre el año 1200 vivió un rey, Agapito I (que con ese nombre seguramente no hubiesen mas Agapitos II o III ) que siempre fue muy patán hasta que se tuvo que enfrentar frente a la verdad. Este rey vivía en el reino de Aragón rodeado de sus vasallos y alguna que otra doncella, muy guapas por cierto.

El rey era joven, poco experimentado y por lo tanto un poco inmaduro o mas bien cortito. De joven Agapito siempre soñó en ser como su admirado padre ''El rey Anselmo CD'' (Se nota que en aquella época tiraban un poco siempre de los mismos nombres por raros que fuesen)

En aquellos tiempo la vida era muy dura excepto si eras rey. Los campesinos tenían que trabajar de sol a sol para su rey y apenas tenían nada para vivir, excepto un par de tierras que usaban para el cultivo unos cuantos animales como ganado.

Los días para Agapito se pasaban muy largos,
siempre estaba aburrido; era todo una rutina tremenda: Que si da un paseo por el reino, que si firma esto, que si firma lo otro, que nos atacan, que les vencemos, que si llama al bufón para que haga el tonto, que si los campesinos se revelan y que si hay que hacer matanza, … Lo típico que hace un rey de la época, valla.

Ha el le encantaba el teatro (claro como no había tele pues se aferraba a lo que mas se le parecía)

El rey Agapito solo tenía un fiel amigo y compañero que era su escudero, Pepe (ya pensabais que iba a tener un nombre raro eee...) Su escudero siempre estaba con él, hacían todo juntos. Sin él, Agapito no se movería de la cama ni para cambiar las sabanas. En cambio así estaban todo el día fuera de palacio (que esto no quiere decir que se divirtieran eee...)

Agapito era un poco miedosos (normal con ese nombre le tenían que hinchar a collejas en el colegio y pues seguramente esto creó un trauma)
Sin embargo Agapito mas temprano que tarde tendría que enfrentarse a la dura realidad de su época, el medievo.

Él tenía un gran ejercito repleto de arqueros (eran muy camperos) que siempre estaban el las esquinas como... ¡las doncellas!, eso, las nobles y normales doncellas. También tenía un montón de soldados con lanzas (había tantos que parecía que los daban hasta con los cereales) y unos cuantos jinetes a lomos de majestuosos burros (que queréis que os diga, la crisis afecta hasta el presupuesto de los cuentos).

Un día Agapito se despertó, y de un golpe saltó de la cama, lo que no era habitual. Por lo tanto Pepe se sorprendió y se asustó por que apenas eran las 7 de la tarde y Agapito ya estaba despierto, estaba entre eufórico, preocupado y un poco asustado (ya dije que era miedosos).

Pepe raudo y veloz fue a preguntarle que había ocurrido y lo único que le pasaba a Agapito era que se estaba orinando.


Al salir del retrete Agapito decidió ponerse ya a hacer cosas y antes de que pudiese pensar que hacer, corriendo volvió Pepe increíblemente preocupado y sin ningún tipo de reparo le contó a Agapito lo que acababa de suceder.

Resultó que que los aldeanos, los musulmanes y los franceses (con rencor de perder siempre en el deporte) se habían unido y habían decidido hacer un gran piquete contra el rey. Agapito asustado decidió ir a parlamentar con ellos, mejor dicho mandó a Pepe para que hablase con ellos y fue nada mas asomarse al balcón le tiraron una piedra a la cabeza y perdió el conocimiento.

Agapito visto lo visto decidió ponerse un traje especial repleto de protecciones pero con una movilidad limitada, es decir se vistió de lo que actualmente se conoce como juggernaut.

Agapito bien protegido se dirigió a parlamentar con ellos con toda clase de cordialidad y buenas intenciones, pero al ver toda esa gente se trabó y lo único que se le ocurrió decir fue. -¡Esto es la guerra!. -(claramente un leve error)

Agapito decidió pasar de cualquier tratado de paz y fue directo a la guerra.

Agapito tenía todo claramente a su contra pero a el no le preocupaba, porque lo desconocía.
Llamó a todo soldado disponible (por que era verano y muchos estaban de vacaciones en el caribe (que no se había descubierto todavía y por lo tanto nadie les iba a molestar.
El día de la batalla Agapito se despertó tarde y inventó la frase de vísteme despacio que tengo prisa (que no lo inventó Napoleón, que la inventó Agapito)

Doscientos millones de soldados enemigos: los campesinos armados con piedras, los musulmanes con espadas de esas dobladas y franceses con sus...,sus..., sus... lo que sea que tengan los franceses contra los treinta o cuarenta soldados Agapitos con sus burros, sus lanzas y sus arcos de los que dos a mitad de la guerra se pidieron la baja porque se habían resfriado de no taparse por las noches.


Agapito situó a sus hombres en el frente de batalla para que empezase la increíble batalla (bueno increíble..., increíble..., treinta o cuarenta contra doscientos millones no tiene mucha emoción)

Pasados dos días de batalla o mejor dicho de huir, Agapito decidió llamar a su hermano triunfador Antonio I ''El prefecto'' rey de Castilla al que le tubo que pedir una ayuda que bueno no era nada, unos mil millones de soldados para plantar cara a todos los enemigos que se pusieran en su camino.

Lo que pasó es que Agapito (gran patán)
con su gran cerebro y su gran administración consiguió que de 1000 millones contra 200 millones acabasen con 10 hombres contra 199 millones (perdiendo claramente)

Agapito se unió a su hermano como secretario, Antonio reconquistó Aragón y se la quedo los campesinos al cambiar de rey continuaron viviendo en paz y pepe se despertó después de dos meses en una tumba bajo tierra porque había sido enterrado porque se creía que había muerto.

Esta historia fue contada durante años y años por los juglares de toda España hasta hoy día, que se sigue contando de padre a hijos y gracias al escritor Antonio Gutiérrez Villegas se ha pasado a escrito en este trabajo de legua castellana del IES Murgi.


Y COLORIN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO

1 comentario:

  1. Disparatado, pero original y divertido. Me he puesto en la piel de un nño y por eso la historia, o mejor dicho el cuento, me ha gustado. Lo hubiera firmado como mío.
    Dicho esto, empiezo con las críticas:
    + Existe la posibilidad de usar el corrector ortográfico: Valla/ vaya(interjección); ha él/a(prep.)él; eee/eh...y así un sinfín de faltas de ortografía.
    + abuso de los paréntesis. Lo entendeía si fuese un guion para hacer un monólogo oral y de uso personal
    + ¿Qué es un juggernaut?no es una crítica, es una duda
    + Por último me ha gustado mucho el guiño que has hecho al final a D. Juam Manuel y su obra.
    NOTA: 9. Sería más si no hubieras tenido tantos fallos ortográficos y gramaticales

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