domingo, 9 de diciembre de 2012

Trabajo primer trimestre, José María Rubio Valdivia 3ºD


LA BELLA RAPTADA



INTRODUCCIÓN

         Un sultán llamado Abderramán ordena a Bulay, pirata berberisco, raptar a una bella mujer del Reino de Castilla llamada Daniela. A cambio el sultán, pediría como rescate una gran cantidad de dinero por su liberación o la posibilidad de casarse con su hijo menor.




         Corrían los años finales del siglo XV, en la época de las cruzadas, cuando el sultán Abderramán rey del Imperio Musulmán, tras perder definitivamente el último Reino Nazarí de la Península Ibérica, ordenó a un pirata llamado Bulay raptar a la hija de un importante noble cristiano, que defendía por aquella época el recién conquistado Reino de Granada.


-¿Cuál será mi recompensa por el rapto de esa bella dama?, pregunto Bulay con preocupación.

-¡Estaríamos hablando de entre unos dieciocho mil o veinte mil maravedíes!, afirmó Abderramán.

-¡Señor, eso es muy poco, voy a arriesgar mi vida y la de mis hombres, a los que tengo que pagar una buena cifra de dinero!, respondió el pirata asustado por la pequeña, para él, cantidad de dinero.

-¡Más no os puedo ofrecer, pero si todo sale bien, si puedo además recompensaros con unas tierras de mi extenso Reino!, exclamó el sultán.

-¡De acuerdo!, pero ¿cuándo partiré?, preguntó Bulay.

-¡Si la mar está en calma partirás mañana al amanecer y  si todo va bien llegarás al anochecer del día siguiente!, afirmó entusiasmado Abderramán.


         El pirata preparó la tripulación compuesta por treinta hombres, dispuestos a partir, según lo acordado, al amanecer.

         El barco iba cargado con suficiente comida, pólvora y armas para la misión.

         Salieron de puerto con la mar levantada.


-¡Vamos, izad las velas!, ordeno Bulay.


         Los marineros izaron las velas rápidamente, colocándose en sus puestos. Llevaban siete cañones: uno en la popa y tres a ambos lados del barco.

         Fue un mal viaje, les pilló una gran tormenta con el viento en contra. Tardaron el doble de lo previsto, arribando en una playa donde Bulay les dio una charla a la tripulación.


-¡Marineros, nuestra vidas están en juego, vamos a atacar la ciudad gobernada por el padre de Daniela!¡Iremos con mucho cuidado, y cuando consigamos raptar a la dama, saquearemos la ciudad!¿De acuerdo? –dijo el pirata.

-Los marineros gritaron, ¡si señor!.

-¡Pues adelante, en silencio y atendiendo a mis órdenes!.


         Los marineros al mando de Bulay, se internaron el la ciudad, aprovechando que era de noche. Llegaron a la fortaleza, intentaron escalar la muralla, pero se vieron sorprendidos por varios soldados que la vigilaban. Enfrentándose a ellos, lograron acorralarlos y posteriormente matarlos. Así pudieron llegar a los aposentos de Daniela, raptándola y llevándola al barco.

         Varios marineros, se quedaron en la ciudad destruyendo todo lo que encontraban a su paso, matando a personas y quemando sus casas.

         El padre de Daniela se enteró de lo sucedido, cuando el barco había partido hacia alta mar. Desesperado, intentó seguirlos, pero fue inútil, ya que el barco de Bulay estando más preparado, porque sus cañones lanzaron varias bombas que dañaron y casi hundieron el barco.


-¡Bien marineros, hemos  hecho un buen  trabajo!  -gritó el pirata Bulay.


Dos días más tarde llegaron al reino del sultán, siendo recibidos por él.


-¡Bien hecho Bulay!¡Es hora de que recibáis vuestra recompensa! –exclamó Abderramán, sacando un baúl que contenía veinte mil maravedíes y un documento que acreditaba la entrega de las tierras que le había prometido.  


El sultán ordenó encerrar a Daniela en un calabozo de su fortaleza. Más tarde escribió una carta a su padre, en la que le pedía un rescate de un millón de maravedíes  o que Daniela se casara con su hijo menor, Huseim. Con este dinero, Abderramán, tendría para reforzar su ejército y reconquistar las tierras perdidas, o en caso de que su hijo se casara con Daniela, podría establecer relaciones con Castilla.

El noble castellano enfurecido y temeroso, pidió ayuda a los demás nobles castellanos e incluso a los reyes, ya que el amor hacia su hija estaba por encima de todo.

         Mientras tanto el sultán cuidaba de Daniela. Le dijo que tenía un hijo de su edad, que posiblemente podría casarse con ella si el noble castellano lo permitía. Abderramán, para tranquilizar a Daniela que estaba un poco alterada, le prometía que no le ocurriría nada si su familia cumplía con una de las dos condiciones. Daniela, cabreada, le dijo al sultán:


-¡Por favor señor, es imposible que mi padre pueda juntar esa cantidad de dinero, ya que ni vendiendo todas sus tierras y castillos, podría pagar el rescate!

-¡Ya sé que es una cantidad muy difícil de reunir, pero también tiene la posibilidad de decidir casarte con mi hijo! –exclamó el sultán. Por cierto, ¿tú deseas casarte con mi hijo? –dijo Abderramán entusiasmado. ¡Te lo voy a presentar!.


         Daniela al ver a Huseim quedó enamorada de él, ya que era un joven muy apuesto. La verdad es que hacían buena pareja.


-¡Señor sultán, tendría que conocer mejor a su hijo!¡Tiene distinta religión a la mía, por lo tanto debo preguntárselo a mi padre! –exclamó Daniela asombrada.

-¡Veo que no hay nada que preguntar, hoy mismo le enviaré a tu padre una carta en la que diré que deseas casarte con mi hijo! –respondió el sultán.

-¡Pero señor, no conozco a su hijo, necesitaría tiempo! –dijo Daniela.

-¡No hay tiempo que perder, os casareis próximamente! –exclamó enfurecido Abderramán.


         El sultán envió la carta y esperó recibir respuesta.

         Mientras el padre de Daniela se reunía en Castilla con algunos nobles de la zona para poder ver si eran capaces de resolver el conflicto con el sultán.


-¡Maldita sea!¡Ese canalla quiere jugármela! –exclamó enfurecido el padre de Daniela.

-¡Es una cantidad muy alta de dinero!¡Pero si tiene la posibilidad de casarse con el hijo menor de Abderramán, porque no! –dijo un noble que presenciaba la reunión.

-¡También es otra oportunidad, y así el reino de Castilla puede establecer relaciones con el rey musulmán! –respondió otro noble.

-¡Lo aceptaré por nuestro bien y el de Castilla, por que no podemos arriesgarnos y tener una guerra con ese reino! –exclamó el padre de Daniela.


         Unos días más tarde el sultán recibió la carta y contento fue a buscar a Daniela, que estaba descansando.


-¡Daniela, tengo una buena noticia para ti! –dijo Abderramán entusiasmado

-¡Dime señor!¿Cual es la buena noticia? –exclamó Daniela sorprendida.

-¡Tu padre está de acuerdo con la boda, pero me confirmó que no podrá venir por razones personales! –respondió Abderramán.

-¡Entonces tu hijo y yo contraeremos matrimonio! –dijo Daniela.

-¡Si, así es! – dijo Abderramán muy contento.


         Unos meses después, se celebró la boda entre Daniela y Huseim. El banquete fue genial, se sirvieron las mejores comidas y bebidas del reino y varios días después,  el sultán los dejó ir  al reino de Castilla para conocer a la familia de Daniela. Ella recogió sus pertenencias y le confirmó a su familia que se iría a vivir con Huseim y su familia a su reino. Más tarde se despidió de su familia y les prometió que volvería a verlos de vez en cuando, cuando pudiera. Ellos volvieron al reino musulmán, donde se establecieron en una gran y lujosa mansión, formando una familia.

         A continuación de la boda, los dos reinos establecieron numerosas relaciones y también se aliaron para poder luchar contra enemigos y hacerse más fuertes, aunque tuvieran religiones diferentes.






FIN

JOSÉ MARÍA RUBIO VALDIVIA  3ºD

1 comentario:

  1. Historia sin demasiada sustancia, predecible.Las acciones, además de esperables, no tienen demasiada fluidez. Esperaría alguna descripción más de personajes, situaciones bélicas, estados de ánimo. Me resulta raro que un rey y padre reaccione tan rápida y positivamente ante el rapto y chantaje de un enemigo que se supone mortal.
    Evita expresiones como llamada Daniela.
    En los diálogos, cuando acaba de hablar un personaje y das paso al narrador hay que poner raya: ...de esa bella dama?-preguntó(narrador)
    NOTA:8

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