jueves, 17 de mayo de 2012

El robo imaginario.

El robo imaginario. Nómina de personajes: - Cristina: Cajera 1, joven, guapa y ambiciosa. - Susana: Cajera 2, prudente y buena amiga de cristina. - Iván: Supervisor, enamorado de Cristina y serio. - Cliente1: Mujer mayor. - Cliente 2: Mujer adulta. - Cliente 3: Hombre joven, “cleptómano”. Acto 1. Escena 1. Época actual. En un supermercado nuevo, en dos colas diferentes con dos cajeras distintas. Justo en frente de un gran escaparate con vistas a la calle. - Cristina. Pues sí, es verdad, últimamente hay muchos robos por los supermercados (Mientras atiende a un cliente) - Susana. A mí me han contado muchas historias, aunque por suerte, aquí nunca ha pasado nada (Mientras atiende a un cliente). - Cristina. Hombre, todavía este supermercado es muy nuevo, deberíamos hablar con Iván para que ponga más medidas de seguridad. - Susana. Pues díselo tú, que seguro que te hace caso (Con una sonrisa maliciosa en la boca) - Cristina. (Se ríe en tono irónico) Qué graciosa tú, ¿No? (Al cliente) Son 32´54 señora, gracias. - Cliente 1. Gracias a ti jovencita, hasta luego. - Susana. Bueno, pues voy yo a hablar con él. (Dirigiéndose al cliente) Son 97 euros, gracias. - Cliente 2. Tome, aquí los tiene. Adiós. Escena 2. En una oficina, Iván sentado en una silla y utilizando el ordenador que hay encima de su mesa. - Cristina. (Toca a la puerta y entra) Buenos días Iván. - Iván. (Sin dejar de utilizar el ordenador) Dime Cristina. - Cristina. (De pie en la puerta) Quería hablarle de los robos que ha habido en las últimas semanas. Susana y yo estamos muy preocupadas y asustadas. Y habíamos pensado que se podrían instalar más métodos de seguridad. - Iván. ¿Cómo dice? Lo siento pero he invertido una gran cantidad de dinero en este supermercado y ahora mismo no puedo invertir más dinero. - Cristina. Pues perdone pero nosotras con el miedo no podemos trabajar. - Iván. Si vosotras ponéis más empeño podréis evitar todos los robos, en caso de que haya alguno, claro. - Cristina. Ya, pero,¿ vale la pena realmente que pongamos en juego nuestra vida? - Iván. Bueno, yo no puedo invertir dinero en estos momentos. Pero, tengo una idea por cada robo que evitéis os aumentaré 50 euros en vuestro sueldo. - Cristina. Vale, me parece una buena idea, muchas gracias por todo, ya se lo comunico yo a Susana. - Iván. Pues entonces problema solucionado, y ahora si me perdonas tengo mucho trabajo que hacer. - Cristina. (Saliendo por la puerta) ¡Hasta luego! Acto 2. Escena 1. En una habitación con taquillas. Susana y Cristina están hablando en un descanso. - Cristina. He hablado con Iván y hemos llegado a un acuerdo sobre el tema este de los robos. - Susana. ¿Ah, sí? ¿Y cuál es ese acuerdo? - Cristina. Me ha dicho que no hay dinero para poner nuevos métodos de seguridad, pero que por cada posible robo que evitemos nos va a aumentar el sueldo unos 50 euros. - Susana. ¿Sí? (Con mirada maliciosa) Pues se me está ocurriendo una idea… - Cristina. ¿Cuál? Y, ¿Por qué lo dices así? - Susana. Pues he pensado que si cada vez que evitemos un robo nos va a aumentar el sueldo, sería bueno que evitáramos muchos, ¿No? (Riéndose) - Cristina. Susana que quieres que te diga, no te entiendo. - Susana. Bueno no hace falta que lo entiendas, ya lo verás. Yo lo único que digo es que al final del mes voy a tener un sueldo tan alto que me voy a poder montar mi propio supermercado. - Cristina. Bueno, tú sabrás lo que haces. Y vamos que se acaba el descanso. - Susana. Pues sí, vamos. Escena 2. De nuevo en las colas del supermercado, Susana y Cristina atendiendo a los clientes. - Susana. Son 34´78 señor (Los coge y se mete 10 euros en el bolsillo). - Cliente 3. Aquí los tiene y dame dos bolsas por favor. - Susana. Claro, ahora mismo. - Cliente 3. Muchas gracias, hasta luego. (Saliendo por la puerta) - Susana. (Gritando) Eh, eh, disculpe. - Cliente 3. (Dándose la vuelta) Dime, ¿Pasa algo? - Susana. Sí, te he dicho que son 34´78 y solo me has dado 24´78. - Cliente 3. ¿Perdone? Yo le he pagado exactamente lo que me has dicho. - Susana. ¿Cómo? ¿Me estas llamando mentirosa? - Cliente 3. (Muy enfadado)Sí, ¿Esto qué es? ¿Una broma? - Susana. Eso me gustaría a mí. Ahora, por favor deme los 10 euros que me debes. - Cliente 3. (Risa irónica) Sí, claro. - Cristina. (Entra en la conversación) ¿Pero qué pasa aquí? - Susana. Nada, que este cliente nos ha intentado robar. (Guiña un ojo a Cristina) - Cristina. (Sin estar muy de acuerdo) Bueno, voy a llamar al supervisor y ya lo arregláis con él. (Se va) - Cliente 3. Me parece bien, pero, no tengo todo el día. - Iván. (Entra en escena) A ver, ¿Cuál es el problema? - Susana. El problema es que este cliente no me ha pagado todo lo que debería. - Cliente 3. (Interrumpiendo a Susana) Mire señor, esta mujer me ha pedido 34´78 y yo le he dado exactamente esa cantidad. - Iván. ¿Y bien Susana? - Susana. Que lo que dice este señor no es verdad, le faltan 10 euros y ahora me está intentando dejar como una mentirosa. - Iván. Entonces, señor, ¿Está usted llamando a esta señora mentirosa? - Cliente 3. Sí, la estoy llamando mentirosa. ¿Por qué no me cree? Es su palabra contra la mía. - Iván. Ya, pero esta señorita no es ninguna mentirosa. (Dirigiéndose a Cristina) ¿Has visto tú algo? - Cristina. (Sin mirarle a la cara, con miedo) ¿Yo? No, yo no sé nada, yo estaba atendiendo a otros clientes. - Iván. Pues, a ver como resolvemos este problema. Ana Fernández 3ºC

2 comentarios:

  1. Gero, a mi también me aparece desordenado. Creo que es legible, pero en caso de que no te lo podría entregar en un pen.

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  2. He intentado editar tu entrada, pero cuando la tenía acabada el ordenador ha suspendido la conexión y ya he desistido.Es legible y entendible.
    La historia está bien. Tiene los parámetros exigidos, quizás haya demasiadas acotaciones (mucha acciones o gestos e pueden deducir)
    NOTA: 9

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