miércoles, 16 de mayo de 2012

Nerea Callejón

TEATRO Corral de Comedia, siglo XVII. Dos mosqueteros se fijan en una bella dama. Personajes *Amancio- Mosquetero. *Rodolfo-Mosquetero. *Alfonso- Sirviente de Rodolfo. *Aniceto- Sirviente de Amancio. *Inmaculada-Dama. *Clara-Sirviente de Inmaculada. *Actor- Un actor de la comedia. Escena 1. Alfonso- ¿Sabe usted que desde la cazuela una dama le reclama? (Señala a una dama) Rodolfo-¿A mí, querido Alfonso? No se extrañe, soy el hijo preferido y más fuerte del Conde-Duque de Olivares. Alfonso- Claro que no me sorprende, ¿Quiere que le diga algo? Rodolfo- No sé, lo mejor sería que la bella dama, o mejor, su doncella se acercase hacia nosotros, pero en cualquier caso, no estaría mal mandarle una ofrenda... (Interrumpe Alfonso) Alfonso- Señor, aclárese por favor, que se está liando usted y me lío yo más. (Mueve la cabeza) Rodolfo- Tiene usted razón, debería pensármelo. Alfonso, por favor. Me podría decir usted qué harcer. Alfonso- ¿Quiere la verdad, señor? Rodolfo- Claro Alfonso, claro que sí. Alfonso- Yo, sin ninguna duda, no me lo pensaba dos veces. Rodolfo- Como se nota que usted está más necesitado. (Ambos ríen) Alfonso- (Coge un pimiento) ¿Le llevo esto en ofrenda a su amor? Rodolfo-. ¡Alfonso! ¿Cómo pude decir eso? (Coge una rosa) Llévele esta rosa. (Alfonso baja a la cazuela, desapareciendo del escenario. Aparece Amancio y habla con Rodolfo) Amancio- Si he escuchado bien, ¿es cierto qué usted está interesado en una bella dama? Rodolfo- Sí, señor, ¿Siente alguna curiosidad o envidia hacia mi persona? Amancio- (Se ríe) Ninguna, porque si he visto bien cuando su sirviente señalaba a la joven dama con su doncella, ellas, primero se han fijado en mí Rodolfo- ¿He escuchado bien? Amancio- Sí, yo he dicho las palabras bien claras y entendibles. Otra opción es que usted sea un analfabeto Rodolfo- ¿Analfabeto? ¿Yo? (Se ríe irónicamente y levanta los brazos y mira hacia el cielo) ¡Qué mal está el mundo! Amancio- No piense usted que esa dama va a ser suya. Nada de nada. (Aparece Alfonso gritando) Alfonso- ¡Señor! ¡Ya le he entregado la rosa a la dama1 Rodolfo- (Coge a Alfonso y le habla al oído susurrándole) ¡Alfonso! ¡Cállese! Este hombre, se ve, que también está interesado en la bella dama y no podré tolerar que una mujer tan hermosa me rechace por ese hombre. No lo toleraré. Alfonso-(Susurrando) Sí, señor, no quería hacerlo con esa intención. Perdóneme. Amancio-(Se acerca a Alfonso y a Rodolfo y les coge de los hombros) ¡Ay, ay!¡ Qué inocentes sois!. Esperen ustedes un poco y vean como un verdadero galán puede conquistar a una bella mujer (se ríe) ¿Con una simple rosa pretendía usted conquistarla? (se vuelve a reir) Rodolfo- Por algo se empieza, ¿No? Escena 2. (En la cazuela, Inmaculada habla con su sirvienta Clara) Inmaculada- ¿Has visto, Clara? Dos nobles del palco están discutiendo por mí (Señala al palco y ambas miran) Clara- ¿Si? Ya se lo había dicho en la entrada. Inmaculada- ¿Cree usted qué algunos de esos hombres estarán a mi altura? Clara- Señora, uno de ellos es el hijo del Duque de Olivares... (Le interrumpe Inmaculada) Inmaculada- (Cara sorprendida) ¿Rodolfo? Clara- Sí, el hermoso, fuerte, bello Rodolfo. Inmaculada- Sí, sí, sí.. ¿Y quién era el otro caballero? Clara- ¡Ah! Es verdad, el otro mosquetero es el fortísimo, poderoso, el bello Amancio. Inmaculada- ¿Amancio? ¿He escuchado bien? Clara- Sí ¡Vaya suerte ha tenido usted! Inmaculada- (Se ríe) La verdad, esto es inesperado. (Aparece Alfonso con una rosa en la mano escondida detrás de la espalda) Clara- (Susurrándole al oído de Inmaculada) Mire quien viene. (Ambas miran a Rodolfo y se ríen) Alfonso- Buenas tarde señoritas, ¿Les gusta la comedia? Inmaculada- Sí, la verdad es que hoy es bastante atractiva. Y a usted, ¿le gusta? Alfonso- También me parece muy atractiva, más que de costumbre si le soy sincero. (La dama se sonroja) Alfonso- (Nervioso) Mire lo que he traído para usted de parte de mi amo. Él no ha podido traérsela personalmente porque está conversando con el señor Amancio. (Saca la mano con la rosa que tenía escondida detrás de la espalda) Bueno, a él le hubiese gustado darle esta preciosa rosa, no tan bella como usted, en persona, pero las circunstancias se lo han impedido. Inmaculada- Muchas... (Le interrumpe uno de los actores de la comedia) Actor- ¡A continuación, después de este entretenido entremés, vamos a seguir con el segundo acto de la comedia! (El público aplaude) Alfonso- (Susurra en el oído de la dama) Bueno, me tengo que ir. Si usted lo desea al finalizar la comedia se podrán encontrar mi señor y usted ¿No? (La dama asiente con la cabeza) (Alfonso se va) Escena 3. (En el palco, Amancio y su sirviente, Aniceto, hablan) Aniceto- ¡Amancio! ¿Has visto al sirviente de Rodolfo? Amancio- ¿Qué pasa con ese hombre? Aniceto- Ha estado hablando con aquella dama (Señala a Inmaculada). Amancio- ¿Con la hermosa Inmaculada? Aniceto- Y además, le ha entregado una rosa Amancio- Antes he oído algo acerca de una rosa, será eso (Intenta recordar). Aniceto- Le tengo que decir que la dama la ha aceptado sin ningún problema. Amancio- ¡Amancio, piense algo rápido! ¡Ese estúpido hombre no se puede salir con la suya! Aniceto- (Aparte) Sí, sí.. (Irónicamente) . Este hombre, ¿qué se cree? ¿Qué soy el hombre más listo del mundo? ¿Qué se me va a ocurrir algo a mí, así de repente? A mí, eso, me lleva su tiempo, y por lo que veo él tiene de todo menos tiempo. Pobrecillo (Se ríe) Tiene envidia del otro hombre porque la tiene casi conquistada y eso, a mi querido señor, como que no le ha gustado mucho. Bueno, voy a pensar algo (Se pone la mano en la barbilla y mira al cielo pensando) ¡Mi trabajo no es tener imaginación! ¡Mi trabajo es servirle! (Aniceto se dirige a Amancio) Señor, ¿Qué quiere que piense? Amancio- Me da exactamente igual Aniceto pero.. ¡Piense ya! Aniceto- (Dudando) Señor, ¿y si le hiciese una poesía? Amancio- ¿Cómo se le ha podido ocurrir esa idea tan buena? Una poesía, me gusta. Aniceto- Gracias señor. Amancio- Ya sabe usted, ha sido su idea, póngala usted en práctica. Aniceto- ¿Yo hacer una poesía? Amancio- Sí, sí, tú. Y póngase ya a hacerla que quiero que la escuche cuanto antes. Aniceto- Si usted lo dice... (Se va Amancio) (Aniceto, sentado en una piedra se pone a pensar en como hacer la poesía) Aniceto- ¿Pretende mi amo que haga una poesía? Yo no soy tan listo como para hacer eso, pero si él me lo ordena la tendré que hacer. Gracias a él yo como. Venga Aniceto, piensa. Lo primero que le tiene que decir, es que ella es muy bella, hermosa...(Saca un papel y una pluma de su bolsillo) Lo mejor es apuntar las pocas ideas que se me vengan a la cabeza (Reflexiona y se calla) Inmaculada, mi amada eres tan dulce como un pastel de mermelada. Inmaculada, hermosa tú eres mi diosa. Inmaculada, mi amada te veo pasar y se me cae la baba. Inmaculada y Amancio la pareja del año. ¿Le gustará a Amancio mi poema? A mí lo que más me gusta es lo de: “Eres tan dulce como un pastel de mermelada” (se ríe). Sin duda, estoy orgulloso de mi inteligencia. Escena 4 (En el palco, Aniceto le entrega el poema a Amancio) Aniceto- Señor, ya he acabado el poema Amancio- (Susurrando) Aniceto, no hables fuerte, como enfade a alguien, no salimos vivos de aquí. ¿Has acabado el poema? Aniceto- Sí, (Le entrega el papel) Yo de usted lo leería primero. Puede ser que haya conceptos que no sean de su agrado Amancio- No hace falta, yo confío plenamente en usted Continuará...

1 comentario:

  1. Bueno, la verdad, el motivo único de la escena teatral no me parece muy atractivo. Podías haber introducido algunos otros elementos al cortejo. Por otra parte, ya que te has decantado por ese escenario y esa época no da la sensación de estar en un corral de comedias del siglo XVI, ni el lenguaje usado sugiere el de la época. Si hay de bueno la referencia a los lugares propios de una corrala.
    No ayuda tampoco mucho el formato con el que has colgado tu trabajo en el blog.NOTA:8,5

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