Aquel día ya estaba terminando y Noel aún no tenía noticias
de nadie. Se encontraba solo en aquella
isla en la cual no sabía ni como había llegado, y al parecer, no había nadie a
quien pedirle ayuda. En aquella isla los días eran muy calurosos, pero las noches
eran irremediablemente frías.
Noel es un joven de dieciocho años moreno, alto y de ojos
claros. Un día despierta en una isla desierta sin saber el por qué de estar
allí, ni como pedir ayuda.
Amanda tiene diecisiete años, y al igual que Noel, apareció en esa isla hace
dos días y no tiene ni idea de cómo ha podido llegar a parar ahí.
Noel anduvo por toda la isla en busca de algunas maderas
para hacer fuego aquella noche y se encontró con algo inesperado, una chica que
andaba por allí.
-¡Dios mío!, creía que esta isla estaba completamente
desierta. –Dijo Noel alegrándose mucho de encontrar a alguien.
- ¡Hola! , me llamo Amanda, yo también me alegro mucho de
ver aquí a alguien. Hace dos días que he llegado aquí y ni siquiera sé co ¿Tú
como has llegado hasta aquí?
-Pues si te digo la verdad… Aún no lo sé, esta tarde me he
despertado en medio de la arena, ha sido como si me hubiese desmayado y después
de eso ya no recordara nada más.
-¡¿De verdad?!- Dijo la chica algo entusiasmada.
-Sí, en serio… No sé como he llegado hasta este lugar, lo
último que recuerdo es haber estado en mi habitación jugando a un videojuego.
Desde ahí no tengo ni la más mínima idea de lo que ha ocurrido.
-A mi me ha ocurrido lo mismo, he aparecido en la orilla
como por arte de magia, y lo más extraño es que no me acuerdo qué sucedió, esto
es frustrante –Dijo la chica algo desilusionada-
-Bueno, dejemos de charlar y vayamos a buscar algo para
poder hacer fuego, las noches aquí son muy frías.
-Tienes razón.
-Los chicos fueron a buscar algo para llevar a cabo la idea
de Noel, pero cuando creen haber encontrado madera y comida se llevan una
sorpresa.-
-¿Ves aquel montón de palos que hay allí?, parece un
refugio. –Dijo la chica muy entusiasmada.
-Tienes razón, vayamos a ver qué es, puede que ya tengamos
refugio para el tiempo que nos quede por estar aquí.
-Noel se acercó y entró en aquel montón de ramas. De repente
Salió un anciano barbudo, con un aspecto bastante desaliñado acompañado de un
perro y dijo:
-¿Hola joven puedo ayudarte?
-S..si.. Esta chica y yo hemos aparecido aquí como por arte
de magia, y no recordamos nada de lo que ha pasado, necesitamos un refugio y
comida mientras logramos averiguar la manera de salir de aquí –Dijo Noel con la
voz algo temblorosa-
-Con que… ¿No sabéis por qué estáis aquí?
-No, no recordamos nada.. –Dijo Amanda muy triste-.
-Bueno ,ésta noche podéis quedaros en mi cabaña, ahora
haremos algo de fuego y os sacaré un poco de pescado que pesqué ayer en la
orilla, debéis estar hambrientos. –Dijo el hombre mostrándose muy amable-.
-Muchas gracias, de verdad que se lo agradecemos mucho. –Dijo
Noel.
Mientras los tres estaban en la lumbre ,comiendo el pescado
que el hombre les había dado, Amanda siente curiosidad y pregunta:
-¿Y usted ,qué hace aquí?
- Yo llevo viviendo aquí toda mi vida, mis padres murieron
cuando yo aún era un niño, y tuve que aprender a sobrevivir, creedme, no fue
nada fácil ,pero al final lo conseguí.
-¿Pero nació aquí?, Por qué esta isla parece estar
deshabitada. –Dijo la chica interesada por su historia.
-Prefiero no hablar más de ello, joven… Sólo quiero
aconsejaros sobre algo, tened mucho cuidado por aquí.
-¿Cómo?, ¿Cuidado por qué?- Dijo Noel muy preocupado por las
palabras del anciano.
-No pretendo asustaros pero por aquí han pasado otros tres jóvenes
como vosotros, y las personas que entraron en esta isla, jamás volvieron a
salir de ella.
-¿Pero qué dice?¿Usted está loco?, ¡Vámonos Amanda!, este tío
no sabe ni lo que dice.
-Noel ,¿quieres tranquilizarte? ,deja que termine de
contarnos qué pasó, yo si le creo.
-Joder… -Dijo Noel muy nervioso.
-Mi intención no era asustaros, solo pretendo que tengáis en
cuenta lo que os digo.
-¿Qué pasó con aquellos jóvenes? –Dijo la chica.
-Llegaron a la isla, y al igual que vosotros no recordaban cómo
llegaron aquí. La mayoría de ellos no pasaron más de una semana en la isla, y al
llegar el séptimo día desaparecían, yo jamás volví a saber nada más de ellos.
-¿Pero cómo es posible?,¿Insinúa usted que no viviremos aquí
más de una semana?, ¿No vendrá nadie a buscarnos?, ¿No podremos salir de aquí? –Preguntó
el chico escandalizado-.
-Este es el final de la historia. Dicen que esta isla está
embrujada, y que al pisar la arena de la isla olvidas como has llegado aquí. A
los siete días las personas desaparecen.
-¿Usted sabe la manera de salir de aquí?
-Dicen que al cruzar la isla hay una pequeña cueva, se sabe
que allí está la manera de volver a casa.
-¿Es tan fácil?, Vamos Amanda, tenemos que volver.
-Espera chico… nadie ha dicho que sea fácil, ¿Recordáis los
jóvenes de los que os hablé? ,todos ellos intentaron cruzar la isla para llegar
a la cueva, pero ninguno logró volver. Tomad, os dejo este pequeño mapa, así
podréis llegar sin ningún problema.
-Noel, deberíamos intentarlo, allí está nuestro pasado ,si
logramos llegar conseguiremos saber qué nos ha pasado y cómo podemos volver a
casa.
-Podríamos morir Amanda, ya has escuchado lo que ha dicho el
anciano.
-Moriremos en menos de cuatro días, vayamos o no vamos a
morir. ¿Por qué no intentarlo?
-Tienes razón, no hay nada que perder.
- Después de llevar horas, y horas caminando llegan al lugar
deseado-
-Vamos. –Dijo Noel muy decidido-
-¿Estás seguro?, yo creo que deberíamos volver a la cabaña.
-¿Tu estás loca? , no nos queda mucho tiempo y ya está
anocheciendo.
-Tienes razón.
-Justo en el momento que Noel pisa la húmeda cueva, cae al
suelo y se marea. Al despertar es como si todo hubiese cambiado.-
-¡Buenos días cariño!
-¿Pero mamá?,¿Qué… que haces aquí?,¿Pero dónde está Amanda?
-Jajajajaja, pero qué hablas Noel, creo que pasas demasiado
tiempo jugando a la videoconsola deberías dejar un poco de lado esto de las
nuevas tecnologías. Bueno me voy a trabajar te he dejado ahí el desayuno.
-No…no entiendo nada, ¿De verdad todo era un sueño?, pues si
lo era era demasiado real… -Dijo Noel
para sí mismo-
-El joven se dirigió
hacia el escritorio donde estaba la videoconsola, justo al lado estaba el videojuego
que su padre le había regalado antes de irse a Nueva York :El secreto de la
isla.
-Baah ahora lo entiendo todo, ayer me quedé dormido jugando
a la videoconsola y por eso mi sueño ha sido tan real, creía haberme vuelto
loco.
-Cuando Noel mete la mano en el bolsillo de su pantalón,
encuentra un trozo de papel que parece muy viejo, lo abre, y se da cuenta de
que era el mismo mapa que el anciano le había dado en aquella isla en la que se
perdió.-
No me vale, es una narración y no tiene ninguna de las características de untexto teatral.NOTA: 5
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