miércoles, 7 de diciembre de 2011

feliz navidad "mama"

Feliz Navidad “Mamá”
16 de diciembre de 1138 Reino de León.

Era 16 de Diciembre y la abuela como todas las navidades cosía 2 bufandas de lana para sus nietas Lucía y Dulce.
Cuando Lucía y Dulce nacieron su madre se las dejo a la abuela de las niñas, ella decía que con su madre las niñas no iban a pasar hambre ni frío. La abuela les había dicho a sus nietas que al poco tiempo de nacer ellas, su madre había muerto y así sus nietas lo creyeron, hasta que un día Dulce
encontró una carta de su madre en la mesita de su abuela.
La carta decía:
16 de diciembre del año 1123.
Hola mamá como están mis niñas, ya estarán un poco mas grandes […] mamá, estoy en el convento de Santa Ana e ingresado allí porque yo estoy bien, mejor que en otro lado y eso de la guerra del rey no me gusta nada. La madre es muy amable conmigo, me pregunto que porque fui allí y se lo conté […] bueno mamá me tengo que ir que ahora tengo que terminar de hacer los pastelillos para navidad ya te mandare una caja. Dale muchos besos a mis hijas de mi parte y dile que las quiero mucho y un beso para ti mamá.
Carmen.
Dulce se quedo pálida no se podía creer que su madre le fuese escrito una carta a su abuela, y que su abuela no se lo fuese dicho. Dulce se fue llorando hacia el salón allí estaba su hermana Lucía. Dulce se lo contó todo a su hermana.
Abuela dijo Lucía ven te tenemos que decir una cosa.
Si cariño dijo su abuela, que queréis.
Abuela, Dulce a encontrado esta carta de mamá en tu mesita, porque no, no lo dijiste antes que mamá estaba viva no, no lo pensabas decir nunca.
Hija, es que tu madre me dijo que os dijese que ella murió al nacer vosotras y yo así lo hice.
Abuela nosotras queremos conocer a nuestra madre dinos donde está ahora.
Estará en el convento de Santa Ana.
Abuela hace mucho tiempo desde que te mando esa carta ¿tú crees que todavía estará allí?
No se.
Mañana Dulce y yo iremos a buscar a mamá iremos a ese convento, vendrás abuela.
No Lucía, me quedare aquí.
Oscureció y la noche era fría, Dulce estaba en el salón, no podía conciliar el sueño, no paraba de darle vueltas a la carta que encontró. Lucía se levanto de su cama y fue al salón donde estaba Dulce.
Dulce, porque no te acuestas y duermes un poco te hará falta.
No, dijo Dulce, es que no me puedo dormir.
Ven dijo Lucía te haré un vaso de leche caliente.
El primer rayo de sol que entró por la ventana de la habitación de Dulce la despertó. Dulce se levanto y se vistió.
La abuela ya estaba en el salón como todas las mañanas tarareando una canción.
Buenos días cariño dijo la abuela.
Buenos días abuela.
No tienes muy buena cara Dulce.
Es que no he dormido muy bien.
Bueno te voy a preparar el desayuno.
Lucía se levanto y se fue al salón.
Buenos días Dulce.
Buenos días. Lucía vístete, desayunamos y nos vamos.
Se lo diremos a la abuela ¿no? dijo Lucía.
Si.
La abuela trajo el desayuno al salón.
Ahora nos vamos a ir abuela dijo Lucía.
Bueno esta a vuestra elección.
Abuela, nos quedaremos unos días en el convento dijo Dulce.
Vale, pero no tardéis mucho en llegar a casa.
Que el 24 de diciembre tenemos que estar todas juntas para celebrar la navidad.
Si, pero sin mi madre abuela porque ella ya no querrá venir.
La abuela le dio la carta a Lucía para que fuese más fácil encontrar a su madre.
Lucia le dio un beso a su abuela y salió de la casa.
Dulce y Lucia llegaron al pueblo y le preguntaron a una señora que donde esta el convento de Santa Ana. La señora le dijo que estaba a las afueras del pueblo. Que les faltaría para llegar al menos un día.
Se pararon a echar un vistazo al mercado. Al lado de un puesto de telas había una señora mayor sentada en una banqueta que vendía medallas de plata.
Hola dijo Dulce, cuanto cuestan estas medallitas.
Nada hija elige la que quieras yo te la regalo intuyo que es para un regalo, para una persona muy especial para ti.
Si señora es para mi madre.
Tome la medallita estoy segura que a tu madre le gustara mucho.
Lucia y Dulce salieron del mercado, almorzaron en una cantina y se les fue el día. Ya estaba oscuro, a lo lejos vieron una luz y se dirigieron allí. Era un monasterio. Tocaron al portón y les abrió un monje.
Buenas noches niñas queréis algo.
Buenas noches, nos podéis dejar pasar la noche aquí.
Si, pasad, el fraile os llevara asta vuestra alcoba.
¿Queréis comer algo?
No, gracias, buenas noches.
Dulce y Lucía llegaron a la habitación, tenía un color en las paredes muy acogedor, había dos camas separadas, con una colcha en color rojo oscuro.
Lucía se había dormido pero Dulce tardo un poco en dormirse.
A la mañana siguiente se despertaron por el canto de los juglares. Se levantaron y se vistieron. El fraile de la noche anterior toco a la puerta de la habitación.
Niñas bajad abajo los juglares van a recitar una serie de versos.
Ya vamos.
Las niñas bajaron y escucharon con atención los versos de los juglares. La historia trataba sobre un rey guerrero que vivió allí en el Reino de León hace 15 años, el tenía una hija Esmeralda. Ella se enamoro del hijo del rey al que su padre tenia mucho odio pues los enfrentamientos eran con el. El rey se entero y prohibió a su hija salir a la calle y si salía era acompañada de su criada Soledad. Eso provoco la guerra entre el Reino de Aragón y el Reino de León.
Señor nosotras debemos marcharnos, no queremos molestar dijo Dulce.
Lo que vosotras queráis.
Muchas gracias por dejarnos pasar la noche aquí y por ser tan amables con nosotras.
De nada para eso estamos.
Bueno adiós.
Adiós que os vaya bien.
Lucía y Dulce siguieron andando, vieron un cartel que ponía:
“Convento de Santa Ana” al pasar 2 caminos.
Ya estamos cerca dijo Lucía. El camino se nos ha hecho mas largo de lo que nosotras pensábamos.
Bueno pero va a merecer la pena.
Pasaron el primer camino, Lucía tenia hambre y pararon a comer en una taberna de por allí.
Terminaron y comenzaron a andar, ya habían pasado el segundo camino y a lo lejos se veía un convento.
¡Lucia esta allí!
Sí, vamos.
Se pararon frente el portón y tocaron.
Les abrió la puerta una monja.
Hola niñas queréis algo.
A Dulce le temblaba la voz y no consiguió contestar.
Hola dijo Lucía, venimos buscando el Convento de Santa Ana ¿es este?
Si, muchacha.
Buscamos a una señora se llama Carmen ten esta carta es de ella.
La monja leyó la carta.
¿Esta aquí? Dijo Lucía.
Si, pasad os llevare asta ella.
Dulce estaba nerviosa. Su madre estaba en la cocina haciendo pastas para venderlas en el mercado.
La monja llamo a Carmen.
Carmen estas dos muchachas te buscan.
Carmen miro hacia atrás y las vio. Empezaron a temblarle las manos.
Hola mamá dijo Lucía.
Vo… vo… vosotras sois…
Si, tus hijas.
Carmen corrió hacia ellas y las abrazó.
Hijas perdonarme, como os habéis enterado que yo estaba aquí.
La abuela nos lo ha contado todo.
Bueno dejemos atrás las tristezas y contadme como estáis.
Estamos bien.
¿Cuantos años tenéis?, yo se que Dulce tiene 17 años y ¿tu Lucía?
Yo 15 años.
Valla ya sois unas señoritas.
¿Y la abuela como está?
Está bien, en casa como siempre. Mamá de camino al convento paremos en un puestecito de una señora en el mercado y te compremos esta medalla.
Es preciosa cariño muchas gracias a las dos. No hacía falta, si mi regalo de navidad sois vosotras hijas.
¿Mamá vendrás con nosotros a casa?
No, hija llevo 15 años aquí y ahora no me puedo ir lo siento, pero vendréis a visitarme de vez en cuando.
Claro mamá. Y ahora nos quedaremos unos días nada más.
Vale, cuando os valláis a ir mandaremos a alguien para que os acompañe a casa y no andéis durante un día dijo la madre.
La abuela nos dijo que quiere que pasemos la navidad con ella y así lo haremos.



Noelia Tudela Sánchez
3º C

1 comentario:

  1. No se ajusta ni a la época, ni a los personajes, ni a los escenarios que propusimos para que hicierais las narraciones. No usas para nada las rayas de diálogo y se hace muy difícil seguir la historia; no hay diferencia de la narración y del diálogo entre los personajes. El planteamiento prometía, pero el desarrollo y el desenlace de la historia decepcionan un poco.
    Faltas de ortografía graves.
    " fuese escrito" no existe; " hubiese escrito": NOTA: 6

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